Gustavo Aranzana intentó por todos los medios no parecer abatido tras la segunda derrota de su equipo, el Cáceres Creativa, en la eliminatoria frente al Obradoiro. El entrenador no lo consiguió del todo. Se esforzó en lanzar el mensaje a jugadores y afición de que es posible la remontada, pero a menudo recordó los problemas físicos que no han dejado de asolar a su plantilla en los últimos meses.

Respecto al partido de ayer, consideró "justo vencedor" al Obradoiro. "Nos ha ganado bien. Ha sido el equipo de la liga: brillante, duro, intenso. Lógicamente nuestra puesta en escena no ha sido buena. Sabíamos que ellos iban a empezar muy fuerte, no dejándose sorprender. Lo habíamos hablando, pero hemos estado blandos en el uno contra uno, no hemos estado intensos ni activos. Si a esto le unimos que el rival está brillante, ahí está la diferencia", analizó.

"Luego ha sido la lesión de Carlos Cherry, remar, jugadores que piden cambio porque no llegan. Es un querer y no poder. Hemos tenido orgullo, hemos trabajado. Con espíritu. Otro equipo hubiera perdido de 30", continuó.

Mirar al futuro próximo resultaba inevitable. El tercer partido parece haberse empezado ya a jugar. "Ya sé que está difícil, pero esto no ha acabado. No nos rendimos. Vamos a intentar pelear y sufrir para voltear la situación cómoda que ahora lleva Obradoiro. No nos vamos a rendir. Nos vamos a dejar el alma. Si no podemos dar más, no daremos más. Si hay que jugar con tres cojos, jugaremos con tres cojos", anunció.

LAS CLAVES Aranzana fue crítico con la defensa de su equipo y se produjo la comparación con el choque del viernes, en el que hubo opciones hasta el final (79-78). "Los entrenadores no jugamos, pero tenemos la dirección marcada. El otro día tuvimos mucho rigor, disciplina. Estuvimos en la franja de 70 puntos. Si Obradoiro nos mete 30 puntos en el primer cuarto, 54 al descanso... es muy difícil ganar", lamentó.

"Las eliminatorias las ganan los que menos errores cometen. Hoy hemos hecho 16 pérdidas de balón. Son muchísimas para ganar aquí. Hemos abusado del bote, por prisas, por solventar pronto el partido. Hemos precipitado malos tiros y Obradoiro nos ha castigado", añadió.

La actuación de Andrés Rodríguez y Eric Sánchez también la destacó especialmente. "Sus bases nos han hecho mucho daño. Cuando haces las cosas bien, compites. Cuando no, lo normal es que un gran equipo te castigue. Sabíamos que sacar un partido de aquí era difícil. No podemos reprochar nada al equipo. Ha hecho 83 puntos", consideró.

Enseguida el entrenador volvió a saltar su mirada hacia el futuro: "Aquí era muy difícil ganar un partido. Con las circunstancias de suerte que tenemos, tenemos que apelar al espíritu guerrero para intentarlo en nuestra casa". De ahí pasó a pormenorizar los problemas físicos que afectan al vestuario: "Ryan Humphrey no puede. No salta. No corre, llega tarde, me pide el cambio. Carlos Cherry tiene un problema en la espalda. Así es mucho más complicado".

Con esa queja terminó su intervención ante los medios en la sala de prensa del Fontes do Sar. "Sabía que el factor físico iba a ser importante. Hay jugadores que no pueden jugar más de 20 minutos. Sé cómo están", apostilló. Apenas queda tiempo para intentar recuperarlos.