Gustavo Aranzana tuvo ayer su momento de satisfacción o, al menos, de desahogo. Como prometió en su momento, el entrenador del Cáceres Creativa respondió a las acusaciones del destituido médico del club, Marcos Maynar, que a principios de abril le acusó principalmente de ser el causante de las numerosas lesiones que ha sufrido su plantilla. Para Aranzana, su defensa sobre está en los numerosos documentos que mostró y dejó a disposición de los periodistas: diarios de entrenamientos, anotaciones sobre cargas de trabajo, recortes de periódico, estadísticas, un comunicado del médico del Valladolid, Javier Alonso --que trató a Carlos Cherry y Jelani McCoy-- e incluso una factura del tratamiento de Cherry. "Nada se hizo a espaldas del club", resumió. Lo más llamativo fue seguramente cuando contraatacó hablando de los "errores de diagnóstico" del médico que "han afectado al rendimiento del equipo, porque no solo teníamos bajas en los partidos, sino que no podíamos entrenar durante la semana".

En este sentido, citó lo sucedido con McCoy ("su informe en noviembre fue que debíamos cortarle porque no podía jugar al baloncesto y buscamos una segunda opinión"), Cherry ("durante un mes nos estuvo diciendo que era una microrrotura en el músculo psoas y a los diez minutos en Valladolid se descubrió que era una bursitis") y Ryan Humphrey ("se lesiona el 6 de marzo, va a Valladolid el 8 de abril y a los 15 días estaba entrenando").

SIN DOCUMENTOS "No dispongo de ningún informe por escrito, ningún protocolo, ninguna memoria, de Maynar del año y medio que hemos trabajado juntos. Anteriormente tampoco los hay", lamentó el técnico. Luego se reconoció por parte del club que eso no es del todo cierto, pero casi: el doctor únicamente habría entregado tres informes en cuatro temporadas, dos de ellos el día anterior a ser cesado.

"Respondo ahora porque es el momento. Lo primero era el equipo. No tengo nada en contra de nadie, pero solo quiero dejar claros los acontecimientos y que cada uno saque sus conclusiones. Quien cesa al médico es la directiva, y por unanimidad. Yo no echo a nadie. Tampoco le culpo de las lesiones. Todos tenemos una responsabilidad, pero jamás he forzado a un jugador a entrenar lesionado en toda mi carrera. Lo que sí ha pasado aquí es que ha habido casos de jugadores que sí han jugado lesionados y no lo sabíamos, como Gio Dedas la temporada pasada en Mallorca. Tenía una fisura de peroné que no se le diagnosticó", destacó Aranzana, que hizo mención a otros casos dudosos en el club --incluso anteriores a su llegada-- como los de Manu Valdivieso, Adrian Moss, Drew Naymick y Francis Sánchez.

ENTRENAMIENTOS También negó que realizase nocivos entrenamientos fuertes antes de los partidos, como había denunciado Maynar. "Aquí están los diarios que llevamos. Los días antes siempre hacíamos una suave sesión de tiro por la mañana y descanso por la tarde", proclamó. Respecto a las cargas de trabajo, estimó que eran "decisiones compartidas con un grandísimo profesional como el preparador físico --Mario Hellín-- y el segundo entrenador, Mario Segalás".

Además, rechazó que, como acusó el médico, viaje a menudo a su localidad natal y apenas entrene al equipo. "Es falso, dice cosas inciertas para hacer daño. Afortunadamente, los entrenamientos son abiertos y los ve la directiva y todo el mundo que quiere. He estado un mes sin ir a casa", indicó, intentando cerrar ya este capítulo.