El árbitro que dirigió el partido del pasado domingo en Castuera entre el equipo local y el Coria, el almendralejense Pedro González Serrano, y su asistente Pedro Hernández Alvarez fueron agredidos al final por dos personas que se encontraban en el estadio. Los efectivos de las fuerzas de seguridad que se encontraban en el recinto --tres guardias civiles-- identificaron a los agresores, resultando ser un aficionado socio del club y un directivo del Castuera.

El aficionado propinó un puñetazo al árbitro en un oído, mientras que el directivo pegó una patada al asistente, según la versión del colegiado. El árbitro agredido, Pedro Serrano, manifestaba en la tarde de ayer que tanto él como su asistente se encontraban bien. "Afortunadamente, no fue grave y sólo se quedó en un hecho lamentable que no debería ocurrir por el bien del deporte y del fútbol en general", relata.

El árbitro explicaba que, finalizado el partido y tras hacer el acta, la Guardia Civil les acompañó al Centro de Salud. "Me dijeron que había restos de sangre en el oído y que podía haber sido por algún capilar que en el momento del impacto se había roto, pero que no tenía mayor importancia. Mi asistente tenía la pierna amoratada en la zona donde recibió la patada", cuenta.

Serrano González realizó la pertinente denuncia y, según el responsable del cuartel de la Guardia Civil, al haber infingido la ley de prevención de violencia en espectaculos deportivos, enviaría un acta a la delegación de Gobierno para que se tomen cartas en el asunto. El colegiado lo único que pretende con esta denuncia es que "se acabe con la violencia y la falta de seguridad en los campos de fútbol".

Además, añade que nadie de los dos equipos, a pesar de que es de obligado cumplimiento según los estatutos de la federación, les prestó ningún tipo de protección. Afirma que lleva en el fútbol diez años y que es "la primera vez que me ocurre, pero espero que los organismos competentes actúen con la mayor contundencia posible, no sólo por mí, sino por todos los compañeros que pitan en las categorías inferiores, donde la seguridad es nula".