Escribo esta reflexión dirigida al deporte en general, pero al baloncesto en particular, a los equipos, a sus juntas directivas, a sus entrenadores y a los periodistas. Y es que vengo observando en los medios que, un día sí y otro también, no se deja de echar leña al fuego contra dos personas que tuvieron la mala suerte de no sacar adelante la victoria de un equipo.

Aunque me tachen de corporativista, sí, efectivamente soy árbitro, aunque no de baloncesto, pero quizás ya va siendo hora de que alcemos la voz ante tanta mala fe por parte de algunos estamentos de ese deporte precioso llamado baloncesto.

Desde estas líneas, que quede claro, no intento defender a nadie, sino reflexionar acerca de lo difícil que es arbitrar, sea el deporte que sea, pero tampoco quiero que se culpe de una derrota a dos personas (en este caso cómo no, a dos árbitros) por el mero hecho, quizás, de haber tenido una mala tarde.

Sí, solo una mala tarde, ¿o es que las directivas nunca han tenido una mala tarde? ¿siempre han acertado en los fichajes? ¿siempre ha tenido superávit en sus cuentas? Y los entrenadores ¿nunca han tenido una mala tarde ¿siempre han acertado al hacer los cambios? ¿siempre han sabido leer los partidos a la hora de solicitar los tiempos muertos? Y los periodistas, ¿siempre son objetivos en sus columnas? ¿nunca han tenido una mala tarde ¿siempre han llegado los primeros a una noticia? ¿No verdad?. Pues lo mismo, estos árbitros pueden haber tenido una mala tarde y punto.

Siempre se tiende a romper la cuerda por el punto más débil, pero no nos damos cuenta de que sin árbitros no hay partidos, y si no, que arbitren los directivos, los periodistas o los entrenadores, ya que saben tanto de reglamento ¿se lo han leído alguna vez?

Que lo hagan, por favor. Seamos coherentes, es una derrota, sí, que duele, y es lógico que duela, pero el deporte está por encima, no avivemos más el fuego por tan solamente una derrota y culpemos no solamente a los árbitros, sino que además la culpa también la tiene la federación extremeña, quizá por no tener tanto poder como otras federaciones territoriales.

Aunque los árbitros lo hayan hecho rematadamente mal, nunca, lo aseguro, lo han hecho intentando perjudicar intencionadamente a un equipo, es que solo ha sido una mala tarde.

Además, también hay que tener en cuenta que hay que saber perder, y es cuando se gana cuando hay que hacer la crítica, pero siempre de una manera constructiva, intentando aportar, en ningún caso intentando restar.

Por último, ¿dónde está la Federación, que no defiende a sus deportistas? Sí, los árbitros también, aunque les pese a algunos,son parte de las federaciones.

Por cierto, y yo me sigo preguntando: ¿cómo se mide realmente el nivel de un árbitro?, ¿barriendo para casa y así poder ascender a la categoría superior?. Por favor, al igual que al soldado se le presupone el valor, al policía el principio de autoridad, también al árbitro se le presupone el principio de imparcialidad, aunque se tenga una mala tarde.