La final de la Copa Davis entre Argentina y España promete ser caliente. Juan Martín del Potro el héroe de la eliminatoria ante Rusia que ganó el quinto y decisivo punto contra Rusia ante Igor Andreev lo avanzó desde el centro de la pista montada en el Parque Roca de Buenos Aires. "Que venga Nadal que le vamos a sacar los calzones del orto (culo en argentino)", dijo en broma y eufórico el tenista, mientras David Nalbandian, Guillermo Cañas y Agustín Calleri, saltaban y cantaban "¡En noviembre a España la cogemos!".

Los tenistas argentinos se sienten fuertes para lograr la primera Copa, después de perder ante EEUU en 1981 y el año pasado ante Rusia, las dos veces fuera de casa. En esta ocasión quieren aprovechar la oportunidad de jugar por primera vez una final en casa y con el calor del público. "Sabemos lo que nos espera en Argentina. Estamos preparados para un ambiente caliente. El público es un factor importante en la Davis. Este año ya sufrimos una encerrona cuando nos enfrentamos a Perú en Lima", decía Emilio Sánchez.

EVITAR LA TIERRA Pero el público no es la principal preocupación del capitán y de sus jugadores que antes están pendientes de conocer el escenario elegido para la final. El potencial de España asusta demasiado para jugarle de tú a tú en tierra, aún teniendo la ventaja de jugar en casa y contar con auténticos especialistas en esta superficie. "Ni locos van a jugar en tierra contra nosotros", aseguró Javier Duarte, director técnico de la Federación Española de Tenis. "Si pudieran nos harían jugar sobre hielo. Pero estamos preparados para lo que sea. Mis jugadores se crecen en la adversidad y lo han demostrado ya bastantes veces ", recalcaba Emilio Sánchez.

"Contra España no podemos jugar en polvo de arcilla porque Nadal es una máquina en esa superficie y tiene el 90% de posibilidades de ganarnos los dos individuales", insistía ayer a la prensa Mariano Zabaleta que disputó la eliminatoria de semifinales contra España en el 2003 en Málaga pero que ya no forma parte del equipo.

Alberto Mancini, capitán argentino, lo tiene también claro. "No sé aún donde jugaremos, pero será sobre una superficie rápida". El técnico quiere jugar el encuentro en pista cubierta y sobre moqueta a pesar de que Argentina ha ganado las 13 últimas eliminatorias que ha jugado en casa sobre tierra. El estadio Orfeo de Córdoba, ciudad en la que nació Nalbandian, con capacidad para 9.500 espectadores es la sede preferida por los jugadores.

El problema es que la Federación Internacional de Tenis (ITF) exige para albergar una final un estadio con capacidad mínima para 12.000 espectadores.