El argentino Julio César Lamas celebró su 39 cumpleaños con el irrechazable regalo que para cualquier técnico supone el banquillo del Real Madrid, un privilegio envenenado donde el suramericano va a afrontar el reto de construir otro futuro más acorde a la dimensión de un escudo histórico.

"Llego en un momento en que el equipo no es ganador y hay un proyecto para intentar que vuelva a serlo. El que tiene que conseguir ese objetivo y la confianza total es el proyecto en general, aunque yo lo encabece desde la dirección técnica del equipo y Lolo -Sainz- desde la dirección de la sección", apuntó para abrir el acto de su presentación oficial.

Asumir la importancia de los planes trazados desde el club supone para él "lo más importante y lo primero que el Madrid debe valorar para volver a ser un equipo ganador" porque el baloncesto blanco "tiene una historia grande que es una exigencia, con la camiseta ya no se gana y la mejor manera de revalorizar todo es con un proyecto".

CODO A CODO

El suramericano, comprometido por una temporada con opción para una segunda en favor del club, tendrá voz y voto en los fichajes, va a tomar parte en las bajas -Lucio Angulo tiene que aclarar su situación- y asegura que dará prioridad al colectivo por encima de lo individual.

"Este es un juego eminentemente colectivo y lo primero que hay que conseguir es ser un equipo. A partir de ahí, yo siempre intento construir desde la defensa, pero hay más cosas que tienen que ver con una actitud en general. Intento que no haya ninguna actitud que vaya en contra del colectivo", apunta el técnico.