Armando Ribeiro, portero del Athletic agredido hace diez días en el Ruiz de Lopera, dijo ayer, en sus primeras declaraciones públicas tras el incidente a raíz del cual tuvo que recibir seis puntos de sutura en un ojo, que "es triste" que, ante "los mensajes que llegan desde Sevilla", se "tenga que estar justificando" por lo ocurrido ese día.

"Es triste que yo tenga que estar ahora justificando respecto a las palabras que están llegando desde Sevilla porque gente que está en el mundo del fútbol, que son deportistas, tenga tal falta de respeto y de vergüenza de decir esas cosas", comentó el meta tras la sesión de ayer, en la que regresó al trabajo después de haber entrenado la semana pasada un par de días con relativa normalidad.

Armando recordó que "todo el mundo ha visto como tenía el ojo después del botellazo" y que, aunque desde hoy cuenta con el alta médica, todavía tiene "que seguir visitando al oftalmólogo por si queda algún riesgo".

Por ello, se mostró decepcionado con la actitud del Betis, club desde el que, según desveló, "nadie se ha interesado" por él. "Cada uno puede defender lo suyo, pero de una manera elegante", dijo.