Todos los días lanza, cuantifica él mismo, "entre 350 y 400 flechas", y eso que ahora está en un periodo de menor intensidad para llegar a punto al objetivo. Todos los días, incluidos fines de semana, puede emplear en su concienzuda preparación alrededor de 9 horas. "Sí, esto cuesta, esto es duro, esto no es fácil, no", dice sin ambages. A Antonio Fernández, 'Yiyo', arquero cacereño que competirá en los Juegos de Río de Janeiro el próximo mes, le aguardaba esta semana un examen en Madrid. Estudia Ingeniería Civil. Un añadido más de dificultad para el único deportista local que estará presente en la cita olímpica.

"Si no hubiera hecho durante estos años atrás todos estos sacrificios, no hubiera sido campeón de España tantas veces ni tampoco, por supuesto, tendría posibilidad alguna de ir convocado a unos Juegos Olímpicos". Yiyo se encuentra en su ciudad natal este verano, pero durante el año vive y se prepara a conciencia, en la doble faceta, la académica y la deportiva, en la Residencia Blume de Madrid.

El mismo relata su día a día, que sigue a rajatabla, excepto contingencias: esta misma semana ha sido sorprendido por un control antidopaje que le ha trastocado la planificación. "Por la mañana estoy cuatro horas tirando en El Cuartillo, yo solo, sin mi entrenador (Cayetano Martínez, 'Tato'). Después voy al gimnasio y me ejercito una hora en la Ciudad Deportiva. Como, estudio y voy otras tres horas y media a entrenar de nuevo, ya con Tato. Ahora, cuando termine el último examen, empezaré a correr", comentaba antes de viajar a Madrid.

El deportista extremeño lleva esa vida, extremadamente ordenada, movido por un sueño, que acaricia ya: "siempre he pensado en conseguir una medalla en una Olimpiada, no me vale con solamente ir", asevera guiado por la ambición, mezclada con la humildad que proclama como principal argumento.

El día a día del arquero es el de un deportista de élite con mayúsculas. Apenas sale con los amigos y todo lo cuida al máximo detalle. "Tengo que llevar una alimentación ordenada; en la Blume tenemos hasta dietista", aclara, "aunque algún día pueda ir a un Burguer King, pero muy de vez en cuando". Por supuesto, no bebe alcohol.

FORTALEZA Físicamente tiene que estar a tope. "Esto no es lanzar y ya está". Su arco pesa cuatro kilos, el parapeto que tiene que montar 70 y cada vez que lanza se genera una tracción de 27 kilos. Cifras escalofriantes. "En España no hay nadie que tenga esa potencia para mover esto", apunta su entrenador, desde luego orgulloso por una carrera que, en realidad, empezó hace más de diez años.

Fernández es actualmente el segundo del ranking español y el número 23 del mundo. Participará doblemente en Río de Janeiro: por un lado en el concurso individual y por otro en el de por equipos, en el que España partirá como sexto mejor clasificado de todos los participantes. Pero lo importante es la competición, estar bien en el momento culminante de los Juegos.

"El sacrificio es un factor común a todos los deportistas de élite. Es igual para un deporte minoritario como el tiro con arco que para otro deporte de masas, como por ejemplo el baloncesto, pero yo creo que esto tiene más mérito. Este esfuerzo no viene acompañado por el reconocimiento, ni a nivel social ni el económico", reflexiona el entrenador, un técnico tan analítico como rígido.

El, para su desgracia, no podrá estar en la cita culmen de su deportista, pero confía ciegamente en sus posibilidades. Tato Martínez también piensa en algo grande, que para ello se han preparado a conciencia.