Lo lógico es que los equipos sean más fuertes en su estadio. Sobre todo cuando cuando tiene cualidades muy específicas, como el Municipal de Arroyo de la Luz, con un terreno de juego de reducidas dimensiones vestido además con césped artificial. El Arroyo, en parte, lo cumple. Pero solo en parte, ya que lejos de su campo ha cosechado más puntos, 15 frente a 13, y su eficacia goleadora aumenta cuando no juega en casa.

De los 19 goles a favor que tiene, 12 los ha marcado jugando como visitante, por solo 7 cuando lo hacía como local. La pobre renta goleadora del Arroyo, con una media de un solo gol por partido, se debe a la negativa racha de casi dos meses sin ver puerta que acabó el pasado domingo en la victoria ante el Ucam Murcia (1-2). Ahora, el equipo de Juan Marrero espera volver a remontar el vuelo, porque a pesar de haber sumado solo ocho de los últimos 24 puntos los puestos de play off están a solo a cuatro puntos.

Marrero, que desde el principio se ha empeñado en la necesidad de hacerse fuertes en casa, no ha ocultado que las condiciones del Municipal no eran las más favorables para su juego. El domingo, en el cacereño Príncipe Felipe, tendrá un campo grande donde sus jugadores podrán desplegar toda su calidad.