No pudo ser el final soñado, pero tampoco está mal. Dos equipos salvados (Cacereño y Arroyo) y otro que podrá eludir el descenso a través de dos eliminatorias de permanencia (Villanovense). Ese es el balance de la Liga regular en Segunda División B para los extremeños.

Lo del Cacereño ya estaba hecho. Su partido de ayer en Cartagena (2-0 en contra) no valía apenas para nada. Todo estaba centrado en lo que ocurriera en el Arroyo-UCAM de Murcia y el Melilla-Villanovense.

Al final el Arroyo de Juan Marrero logró su objetivo con el empate (0-0) en casa. Con ello eludía cualquier contingencia. En un duelo cuentan las crónicas muy trabado y con mucho miedo, los extremeños salvaron los muebles y jugarán por segundo año consecutivo en Segunda División B, después de completar un trabajo por momentos irregular, pero validísimo. La meta era permanecer. Y se logró. El presidente, Juan Bermejo, puede estar satisfecho porque su esfuerzo organizativo --y monetario-- ha tenido un buen destinatario. Arroyo debe estar orgulloso de su equipo.

También deben estar orgullosos en Villanueva de la Serena. No se dieron las combinaciones que se pretendían y su empate en Melilla (1-1) fue insuficiente. Al menos el equipo de José Luis Montes se ha librado del descenso directo. Ahora toca remar, muy fuerte, para una promoción que este año es especialmente complicada: hay que superar dos eliminatorias.

Hoy es el sorteo y los posibles rivales tienen nombre: Zaragoza B, Constancia de Inca y Zamora. El entrenador del Villanovense y desde la directiva que preside José María Tapia se mostraron ayer confiados en que el equipo serón puede conseguirlo.

Mientras tanto, el Cacereño termina su campeonato en su particular espiral cuesta abajo. Perdió ante el Cartagena --increíble, el técnico de este club, Pacheta, fue despedido por un presidente que en su día ya hizo lo propio con el exportero verde René-- y acabó duodécimo en la clasificación, una posición que el entrenador, Julio Cobos, dice que no se ajusta a los méritos de su equipo. Pero al menos se ha conseguido lo que en un principio se quería. Otra cuestión es ahora el futuro institucional.