En Segovia no daban crédito. "Perdiendo 1-2 en la ida, ¿vais a venir con dos autobuses de aficionados?", le preguntaron en la Gimnástica al presidente del Arroyo, Juan Bermejo. Su respuesta fue afirmativa, toda una muestra de la esperanza con la que afronta el conjunto extremeño el partido de vuelta del próximo domingo. La remontada no es imposible.

Según cuenta Bermejo, no solamente estarán en la ciudad del acueducto los arroyanos que viajen en los autobuses. "También me han confirmado al menos 50 de los nuestros que viven en Madrid que también se desplazarán para apoyar al equipo. Creo que tenemos que darle una alegría a toda esa gente", afirma.

El conjunto de Rafa Rincón Rus prepara el choque en el estadio Príncipe Felipe, cedido por el Cacereño. El motivo es que los jugadores puedan estar más habituados a las sensaciones del césped natural, como el del recinto segoviano de La Albuera, y no al sintético de Arroyo.

"Creo que la Gimnástica no hizo más que nosotros en el partido de ida, aunque sí demostró que tiene mucha experiencia y mucha clase. Pero físicamente no es superior, e incluso creo que está por debajo en ese aspecto. Por eso podemos tener ilusión e iremos a por todas", aventura Bermejo.