Los resultados de la tarde de ayer obligan aún más al Arroyo, que se ha conjurado para vencer al Cádiz esta tarde (17.00 horas, Municipal). Aunque aún está fuera del descenso, el grupo de Juan Marrero no puede fallar. No debe fallar. El triunfo del UCAM Murcia en Ecija, por ejemplo (0-2) confirma que hay un nuevo enemigo en la parte baja. Y que las distancias se acortan peligrosísimamente, dada la igualdad numérica que se está acrecentando conforme pasan las jornadas.

Tras el gran partido con mal resultado ante el líder Cartagena (0-1) las urgencias llegan al conjunto arlequinado. El Arroyo sabe, sin embargo, que puede estar en el buen camino en cuanto a juego y actitud. Solamente resta convertir en gol las ocasiones que se crean. El pasado domingo se repitió la historia, con varias opciones, incluido un poste, de un Carlitos que dio una auténtica exhibición.

Es un rival directo el Cádiz, por mucho que el nombre indique otra cosa. Lejos queda ya el 2-5 del partido de ida en el Carranza. Los andaluces llegan tras vencer al Cacereño (1-0), pero a tiro de los arroyanos, por lo que el encuentro se presenta bajo el síndrome de la necesidad de vencer para los locales.

Afortunadamente, la enfermería ya no está poblada. Salvo sorpresas, solamente Abel Buades será baja para el choque de esta tarde, para el que se ha vuelto a pedir comunión equipo-grada, algo de lo que no se duda, pese a los malos resultados y un sector crítico menor al que también se invita a participar de la vuelta a la senda del triunfo.

Marrero ha vuelto a difundir el discurso de que el Arroyo parte esta campaña con la única meta de la permanencia. De momento, no está siquiera en zona de descenso. Y eso ya es mucho para un club de su perfil.