REAL BETIS BALOMPIE - 1: Barragán; Manu, Caro, Tejedor, Varela; Carlos García, Fausto (Cárdenas, min. 76); Ariday, Sergio Rodríguez (Ismael, min. 46), Eneko; Querol (Alex Alegría, min. 46I). Banquillo: Pedro (ps), Súper.

ARROYO - 1: Saavedra; Felipe, Carlos, Garrido, Morillas; Morán (Nauzet, min. 23), Abel Buades; Ruano, Alfaro (Chirri, min. 64), Carlitos; Iban Espadas (Toni, min. 73).

GOLES: 0-1 (min. 36) Iban Espadas. 1-1 (min. 88) Cárdenas.

ARBITRO: Rivés Leal, valenciano. Amarilla a Barragán, Manu, Caro, Ariday, Cárdenas; y a los visitantes Abel Buades y Carlitos.

El Arroyo perdió la oportunidad de sellar la permanencia en un partido que tenía de cara gracias al gol de Iban Espadas en el treinta y seis de la primera. Sin embargo, los pupilos de Juan Marrero especularon demasiado con el resultado, no supieron finiquitar el encuentro y los locales empataron en el último suspiro en un duelo en el que parecía que tenían todo a favor.

Los arroyanos, gracias a las derrotas de UCAM Murcia y Villanovense durante la jornada de ayer, están fuera de peligro en cuanto al descenso directo y dependen de sí mismo en la última jornada para eludir la promoción de descenso, pero tendrán que pelearla hasta el final precisamente ante los murcianos.

Después de más de cuatro meses (6 de enero) sin conocer la victoria lejos de su estadio, el conjunto arlequinado llegaba a al Estadio Olímpico de La Cartuja con la imperiosa necesidad de lograr los tres puntos.

El conjunto extremeño salió con tensión al césped ante un filial descendido que ya no se jugaba nada importante en el envite. En los primeros minutos el dominio fue alterno y el juego se desarrolló en el centro del campo, pero pronto los de Arroyo de la Luz se harían con la manija del partido.

AMBICION Los de Juan Marrero se mostraban mucho más ambiciosos que su oponente y fuerno adueñándose del balón ante un Betis Balompié B que se replegó en su terreno esperando la oportunidad al contragolpe. En pocos minutos la pelota era visitante y los locales sufrían.

El Arroyo, empujado por su afición desplazado a Sevilla en gran número comparada con la local, ponía cerco al portal de Barragán pero la falta de acierto en el último pase hacía que no se generaran veraderas ocasiones claras de gol.

En el 23 Juanma Morán dio el susto del partido a lesionarse y quejarse ostensiblemente. El jughador tuvo que salir del el terreno dejueg con el brazo inmovilizado. Tras la interrupción el partido se convirtió en un monólogo del Arroyo en busca del triunfo.

Iban Espadas se entretuvo en el área a la media hora de juego en una jugada de peligro que la defensa verdiblanca deshizo finalmente. Seis minutos más tarde el propio Iban Espadas no perdonaría y situaría el marcador en franquicia, un resultado que allanaba el camino al conjunto ajedrezado en pos de la permanencia en el año del debut en la Segunda División B.

El gol asentó al conjunto extremeño, que siguió dominando territorialmente pero sin prisas por llegar al portal de Barragán. El conjunto verdiblanco por su parte intentó estirarse tímidamente pero sin crear ocasiones y Saavedra se convitrtió por momentos en un espectador más. Con los deberes hechos y el marcador a favor el Arroyo se marchó al descanso.

Todo parecía ir de cara, con la afición del Arroyo disfrutando de lo lindo y sin embargo el equipo arlequinado no sería capaz de redondear la faena con otro tanto y los locales empatarían en la segunda mitad, para disgusto de todos ellos.

SEGUNDA PARTE En los segundos cuarenta y cinco minutos el Arroyo parecía tener el partido controlado pero no fue capaz de cerrar el marcador con otro tanto y la incerteza se mantendría hasta el final. El Arroyo pecó en estos minutos de poca ambición, algo que sí había mostrado antes de marcar su gol.

Eso sí, nada parecía torcerse por entonces y los extremeños movían cómodamente el esférico, sin verticalidad y de lado a lado pero sin perderlo con rapidez ni dar opciones al Betis B.

La pelota se mantenía lejos de Saavedra y el equipo visitante jugaba dejando pasar los minutos, quería matar el choque a base de dormirlo pero no fue así, dejó vivo al Betis B, que como es lógico en los últimos minutos buscó el empate a la desesperada.

No es que lo hiciera a través de juego elaborado y ni siquiera es que gozara de ocasiones claras para lograrlo, pero lo cierto es que al final lo consiguió por medio de Cárdenas cuando el conjunto de Arroyo de la Luz, sabedor de los resultados en otros campos, ya celebrabaa la permanencia en la categoría.

Tras el gol llegaron las prisas, malas compañeras para un Arroyo que volvió a ser el equipo ambicioso de los primeros instantes de juego, pero ya sería demasido tarde y el encuentro terminó con tablas en el marcador. Incluso Abel Buades tuvo una última que no acabó en gol de verdadero milagro. Una auténtica lástima para el trabajo y la concienciación de los extremeños, que sin embargo siguen dependiendo de sí mismos. El domingo, ante el UCAM Murcia, sí que es definitivo. Está la permanencia en juego. Y eso es mucho.