ALFARO: Zaparaín, Pitu (min. 75, Ruiz), Miranda, Olave, Jiménez, Oussama, Pirri, Galán (min. 81, González), Ramos (min. 86, Navajas), Losa y Gallego.

ARROYO: Alex, David, Carlitos (min. 75, Fran Gómez), Juanqui, Julio Alberto (min. 81, Quique), Acero, Carlos (min. 61, David Pino), Pino, Andrada, Tomás y Reyes

GOLES: 1-0: min. 25, Ramos. 2-0: min. 44, Galán. 3-0: min. 68, Ramos. 4-0: min. 89, Pirri.

ARBITRO: Castillejo Alvarez (Colegio Navarro). Amonestó a Losa, Galán, Jiménez y Olave por el Alfaro y a Juanqui, David Pino y Carlos por el Arroyo.

El oficio y la capacidad goleadora del Alfaro pusieron ayer final al sueño de Segunda B del Arroyo, que no pudo hacer valer en La Molineta la ventaja de 3-1 que logró en la ida en el Municipal en la primera eliminatoria por el ascenso.

A pesar de la eliminación, la ejemplar y numerosa afición cacereña que se desplazó a Alfaro, con unos 200 blanquiazules, premió a sus jugadores por la histórica temporada --recién ascendido a Tercera y clasificados para luchar por subir a Segunda B-- con una emocionante ovación al final del partido, aplauso que también le brindó la hinchada alfareña. Pero las estadísticas mandaban: el Alfaro creó numerosas ocasiones y marcó cuatro mientras que el Arroyo solo disparó entre los tres palos en el añadido en una falta botada por David Pino.

SORPRENDER A LA CONTRA Los blanquillos estaban obligados a la remontada. Consciente de ello, el Arroyo se posicionó bien en defensa, dejando los primeros minutos a los alfareños a merced de un empuje en exceso ansioso. Con dos líneas defensivas, Reyes y Carlitos quedaban en punta para sorprender con alguna contra que allanara la eliminatoria. Y Carlitos fue el primero en probar en el 10 en un disparo que salió a la esquina.

Pero el Alfaro se asentó en el campo y comenzó a contar ocasiones: un disparo de Galán al palo en el 14 y otro que buscó sorprender en el 18 a Alex, que supo recular para despejar; un remate de Losa en el 20 que atrapó Alex en la línea, un disparo raso de Ramos en el 21, una falta lejana de Oussama buscando la base del poste izquierda que salvó Alex de estirada. Así hasta que en un centro largo de Pitu, Ramos vio adelantado a Alex y cabeceó el balón a la escuadra, subiendo el primero al marcador.

Ante ese empuje, el Arroyo intentó tocar. Pero el Alfaro siguió empujando más, aun sin aplicar su estilo raseado y de toque característico durante toda la temporada. Atrás le esperaban los arroyanos, siempre con dos hombres esperando la contra. Después de un centro-chut de Gallego en el área que blocó Alex, Pino tuvo la mejor ocasión de la primera parte, al apoyarse en Carlitos y entrar al área alfareña. Su disparo fue tapado por un atento Miranda.

Y el signo del partido cambió a un minuto del descanso. Por la derecha, Pitu recogió un rechace, volvió a poner el centro y Ramos cabeceó el balón desde el punto de penalti a la derecha a la entrada de Galán, que remató el segundo a la red. La eliminatoria se ponía a favor del Alfaro, evaporándose la ventaja arroyana del partido de ida.

ATAQUES DESESPERADOS Por eso, los cacereños saltaron en la segunda parte con otra imagen, buscando tener más balón. A la inversa, el Alfaro se posicionaba con más calma y esperaba sus envites. Carlitos lanzó un disparo lejano alto y Reyes lanzó una falta peligrosa desde la frontal que atrapó Zaparaín tras rozar en la barrera. El Arroyo jugaba en el campo alfareño, colgaba balones al área, pero chocaba con la solidez de su defensa. La ocasión más clara fue el cabezazo de Pino a centro de Carlos que rozó el palo corto.

En esos momentos de más agobio, el Alfaro se entregó por completo en defensa, tapando al hombre con balón. Ejemplo de ello fue el balón que robó Galán a la salida de los centrales, metió a la entrada de Ramos que encaró a Alex y le batió por encima, subiendo el tercero de los locales al marcador.

Al Arroyo le quedaba forzar la prórroga, pero los mazazos y la entrega pesaban en cuerpo y mente. En un error de la defensa alfareña, Reyes vio adelantado a Zaparaín y le probó de lejos. Pero el Alfaro era consciente de lo que se jugaba y no arriesgó ni un espacio. De hecho, solo tres de sus hombres disputaban el ataque. El resto, nublaban el ataque cacereño. Ante eso, el Arroyo pecó de precipitación, como un disparo lejano de David Pino, y no encontró puerta.

Y la sentencia llegó en el 89. Israel Losa forzó una falta en la banda izquierda. Con solo dos blanquillos al remate, Pirri optó por el disparo directo y, aunque escorado, sorprendió a Alex en el primer poste, subiendo el cuarto y decisivo gol al marcador.

La decepción arroyana dio paso a las lágrimas, también de emoción ante la ovación alfareña y el apoyo unánime de una afición que hizo salir a sus jugadores del vestuario para tributarles el último aplauso por una temporada histórica, en las que no han dejado de animar.