6.400. Es una cifra que aparece tradicionalmente cuando se habla de la aventura futbolística del Arroyo. 6.400. Tantos como habitantes --no exactamente, claro-- que tiene la localidad, probablemente la más pequeña de toda la Segunda B. El club, dentro de sus peculiaridades, volvió ayer a dar otra muestra de vitalidad con su presentación oficial, que tuvo lugar en el cine-teatro de la localidad. Y fue inevitable apelar al 6.400.

Con el alcalde, Santos Jorna, como maestro de ceremonias, el presidente-mecenas, Juan Bermejo; el entrenador, Juan Marrero, y el capitán, Abel Buades, expresaron sus buenos deseos de cara a la segunda campaña en la categoría de bronce. Hubo un denominador común en sus discursos: cuando más se necesita el apoyo es en los momentos malos. "En los buenos es muy fácil ayudar", espetó Bermejo.

El empresario sabe que la principal fortaleza de su proyecto es que los jugadores se sienten muy bien en Arroyo: cobran puntualmente, lo cual es casi un lujo en el mundo del fútbol. Y quiso ponerlo de relieve: "Quiero que me consideréis uno más en el equipo. Nuestro presupuesto es bajo, pero al cien por cien fiable. Aquí vais a estar a gusto. No os preocupéis de la economía", le soltó a la plantilla, un grupo de veteranos y jóvenes muy renovado respecto a la pasada campaña.

La anécdota del evento fue el simpático pique entre Jorna y Marrero. El alcalde, dentro del aluvión de buenos deseos que expresó, dijo que le gustaría que el Arroyo "fuese ofensivo, que meta muchos goles aunque encaje muchos". Y el técnico, con fama de conservador y defensivo a muchos ojos, recogió el guante, aunque sin perder ni un segundo la sonrisa en la boca: "vamos a jugar al ataque seguro. Otra cosa es conseguir marcar goles. Somos valientes y no vamos a cambiar. Si no fuésemos ofensivos, no le hubiésemos marcado cinco goles en el campo del Cádiz la pasada temporada".

Un arroyano más

Marrero afirmó que ya es uno más de los 6.400. "Vivo aquí y sé lo que es esto. Estoy rodeado de una gente excelente para que quizás seamos la única ilusión, tal y como está ahora España. Por eso cuando hemos hecho la plantilla hemos buscado más la calidad humana que la futbolística", aseguró.

Y no perdió la ocasión de destacar la diferencia entre Arroyo y las grandes ciudades a las que tiene que enfrentarse en el grupo IV. "Esto es algo digno que alabar y de valorar. La plantilla ha bajado de presupuesto y en instalaciones nos ganan casi todos, pero en ilusión nadie nos va a superar", declaró. Asegura que no está preocupado por los resultados de pretemporada --ese 0-0 en Malpartida debe haber escocido--, que espera recuperar lesionados y que llegarán más jugadores a prueba.

Abel Buades le aportó más optimismo a los objetivos que su entrenador, que habló de "permanencia, porque es un grupo muy fuerte". El centrocampista dijo que se puede dar un paso más hacia arriba y que desde el vestuario "lo va a dar todo" para conseguirlo. "Lo único que puedo decir es que a los nuevos ya les hemos explicado los veteranos a dónde vinenen, lo que es este pueblo. Hemos empezado a hacer histórica y no queremos parar", manifestó.