El Extremadura Arroyo logró ayer una sufrida victoria ante el Bestla Finance Alzira de Valencia por 3-2 (18-25, 25-11, 25-22, 19-25 y 15-13), pero deberá apelar a le heroica y lograr una gesta en los próximos dos partidos que le quedan por disputar en la fase de ascenso si quiere subir a Superliga.

Al vencer por 3-2, el conjunto cacereño solo suma dos puntos en lugar de tres, mientras que el Feel Volley Alcobendas, equipo por el que pugna por la segunda plaza, se impuso en la cancha del Covadonga por 0-3, con lo que el cuadro madrileño, con todos los partidos disputados ya, suma 29 puntos por 24 de las extremeñas, con dos partidos menos.

Para lograr el ascenso, el Arroyo deberá firmar dos triunfos en los dos partidos que le quedan por jugar, el próximo en la cancha del Sant Cugat, en Barcelona, y el último ante el Vall d'Hebron, en su propia cancha, y uno de ellos por 3-0 o 3-1.

UN MAL PARTIDO A pesar de sumar una victoria más, la escuadra que entrena Adolfo Gómez jugó uno de sus peores partidos de la temporada, sobre todo en el primer set, con una inquietante falta de concentración en algunas de sus jugadoras, circunstancia que se acentuó en el juego de su colocadora, María Larrakoetxea.

La internacional vasca, lejos del gran estado de forma que ha exhibido durante la mayor parte de la campaña, se mostró proclive al fallo, desacertada en fases del encuentro en la elección de su distribución de juego y lo más preocupante, muy descoordinada con el juego ofensivo que debe ofrecer a los dos principales referentes ofensivos, Flavia Lima y Helen Silva.

Gran parte de lo que se juega el conjunto cacereño en las dos próximas jornadas pasa porque Larrakoetxea sea capaz de recuperar su tiempo de juego y su pase.

El comienzo del partido resultó un presagio, exceptuando el segundo juego, de lo que resultaría el resto del partido, un Arroyo perdido e impreciso, que cuando se quiso dar cuenta de qué iba el envite perdía 1-8. Y aunque fue capaz de enjugar parte de esa desventaja (10-14, 14-18), el cuadro valenciano firmó una cómoda victoria (18-25).

En la segunda manga, el panorama varió de forma radical, y la formación arroyana vapuleó a su adversario por un contundente 25-11, con un juego basado única y exclusivamente en llevar a cabo el voleibol que tan buen resultado le ha dado durante la temporada en juego.

En el tercer y cuarto juego volvieron a aparecer los errores propios, el desacierto en la dirección de juego y los regalos al equipo contrario, lo que propició el triunfo en el tercer set por un ajustado 25-22, y la derrota en el cuarto por un claro 19-25.

La quinta y definitiva manga siguió el guion de las anteriores (3-5, 8-7, 9-9), con muchos fallos e imprecisiones por parte de los dos equipos. Incluso, cuando parecía que la escuadra de Arroyo de la Luz lograba encarrilar la victoria con 13-9, Alzira consiguió poner un nudo en la garganta de los aficionados que una vez más llenaron el pabellón, al establecer en el marcador un inquietante 14-13, pero su colocadora, Silvia Chanza, falló el saque y regaló el último punto.