El Arroyo quiere sorprender al Jaén en su encuentro de esta tarde (17.00 horas, Nueva Victoria) en un partido en el que los de Juan Marrero tienen una presión relativa después de los dos últimos resultados positivos ante La Roda (0-0) y Melilla (2-0 a favor). Cuatro puntos en dos partidos son, en los tiempos que corren, un notable botín.

El cuadro extremeño no ha salido de la zona peligrosa, pero sí ha respirado profundamente después de superar la depresión de diez encuentros sin ganar. Ahora toca continuar con la racha positiva e incluso rearmarse de autoestima consiguiendo un buen resultado ante uno de los 'gallitos' del grupo IV.

Recuperados para la causa tanto Alfaro como Nauzet y Edu Espada y ahuyentada cualquier duda sobre el estado físico de Abel Buades, un hombre capital en los arlequinados, especialmente en la estrategia, Juan Marrero recuerda que el Arroyo puede conquistar los tres puntos en cualquier escenario, vistos los antecedentes. Ese equipo voraz, sorprendente y competitivo de la primera vuelta vuelve a tener aptitudes para salir de la zona peligrosa de la clasficación, nadie lo duda ya.

El cuadro arroyano viajó con una sorpresa añadida: la no convocatoria de Toni, algo que no había sucedido hasta el momento. Preocupa la sequía anotadora del cacereño, aunque últimamente no está disponiendo de muchos minjutos. Tampoco están Felipe Belmonte y Boro, también por decisión técnica.

Sean los que sean, los extremeños se encomiendan a su acreditada fortaleza defensiva y a la posibilidad de hacer daño a la contra guiados por el excelente momento de forma que atraviesa el jugador más determinante de este equipo en este momento: Carlitos.

El Jaén, mientras, espera nada confiado el compromiso. Necesitan los andaluces vencer para seguir con su particular lucha por el primer puesto de la competición, que actualmente ostenta el Cartagena. Nadie duda que estos dos equipos están siendo los mejores del campeonato, amparados en plantillas de calidad, aunque la del Jaén no partía al nivel de los departamentales, Albacete o Cádiz, estos ni siquiera en zona de vanguardia.