"En Arroyo empieza a ser costumbre que no haya familia que no tenga algún caballo o alguna jugadora de voleibol". Santos Jorna, alcalde de Arroyo de la Luz, hacía esta curiosa deducción en pleno acto de presentación del nuevo proyecto extremeño del equipo de la Liga FEV de voleibol.

La marca Arroyo recibió su particular bendición en Cáceres en un cuidado escenario orientado a lo mediático. Al fin y al cabo, la Junta exige a los clubs que patrocina, a través de Marca Extremadura, que vendan el producto lo mejor posible, que para eso se hace una apuesta económica importante, como después recordaría el director general de Deportes, Fabián Quesada.

"El Arroyo es un referente nacional y regional", se atrevió a afirmar el propio Quesada, que una vez más ratificó el cambio de rumbo de la política deportiva de la Junta alentado por el propio presidente, Guillermo Fernández Vara, según el cual no prima ya la base sobre la élite, sino la conjunción de ambas apuestas.

Una mesa con los nombres y cargos de las personas que de la mesa de presentación, incluida la capitana, Yohana Rodríguez; el presidente, Francisco Hurtado; el entrenador, Adolfo Gómez, Tate , o el presidente de la Federación Extremeña de Voleibol, José Carlos Dómine. La modestia del club referencia del voleibol femenino en Extremadurda no está reñida con el lujo de la puesta de largo. De los realmente importantes, solamente en la sombra el iniciador del fenómeno del voleibol en la localidad: José Fragoso. Discretas, a un lado, varias de las jugadoras. No estaban todas, pero sí una buena representación. Un dato avala la esencia de este club: siete componentes de la plantilla han nacido en Arroyo.

Desde 2002 hasta ahora, el club ha sufrido una evolución siempre en positivo. Ahora juegan en la segunda categoría nacional y han iniciado bien la competición, con dos triunfos y una sola derrota. Esto hubiera sido, para ellos, "un sueño y una quimera", en palabras del entusiasta presidente, retrotrayéndose a los inicios.

Para la localidad, de 6.700 habitantes, tener un club tan alto es un orgullo. Así lo manifestó el alcalde, así lo dijo la propia capitana y así se vive cada dos sábados, a las 20.00 horas, en un pabellón abarrotado, que puede con fútbol.