ARROYO - 0: Carlos Saavedra; José Gutiérrez, Murillas, Carlos, Sergio Castaño; Nauzet, Lolo; Ruano, Carlitos, Toni (Alfaro, minuto 59); e Iban Espadas.

SAN ROQUE DE LEPE - 0: Ricardo; Boateng (Sergio Sánchez, min. 53), Rubén Díaz, Richy, Juanma; Sebastián Nallart, Borja Romero; Moustapha (Saavedra, min. 93), Chakir (Lulú, min. 68), Cuero; Fatau.

ARBITRO: Villoria Linacero (Comité Madrileño). Mostró tarjetas amarillas a Carlos, Sergio Castaño y Toni por los locales; y a los futbolistas visitantes Ricardo, Rubén Díaz, Nallart, Chakir, Sergio Sanchez.

El buen hacer del meta Ricardo y la falta de acierto de la delantera del Arroyo permitió al San Roque de Lepe sumar un punto muy importante en la lucha por eludir el descenso. Mientras tanto, el cuadro extremeño suma un domingo más sin conseguir la victoria. Y van seis.

Los de Juan Marrero dominaron claramente el encuentro y gozaron de grandes ocasiones para ganar, pero no supieron transformar su superioridad en el electrónico. Por su parte, los pupilos de Joselu Jiménez demostraron rigor defensivo y capacidad de sacrificio, pero estuvieron negados en la ofensiva.

El encuentro empezó con un Arroyo avasallador que desde el pitido inicial buscó la portería contraria para ganar a un rival directo en la lucha por eludir el descenso. Ya en el primer minuto avisó Ruano con una falta directa desde la frontal del área que el zaguero Rubén Díaz mandó a corner con la cabeza. Se votó el corner e Iban Espadas remató de volea alto.

En el 3 lo intentó nuevamente Ruano, que estuvo muy activo durante todo el encuentro, con una falta lateral que remató Iban Espadas fuera. Los visitantes no podían sacarse de encima la presión de un Arroyo, que tiró de juego directo para encerrrar a su rival en su campo. Corría el minuto 7 cuando Ruano, con un fuerte disparo con la izquierda, mandó el cuero al palo cuando la grada ya estaba cantando el primero de la tarde. Acechaba el cuadro arlequinado al rival.

OCASION VISITANTE La primera ocasión para el San Roque no llegó hasta el minuto 13 de encuentro, cuando un disparo de Moustapha desde la frontal no encontró la portería defendida por Carlos Saavedra, que volvía a la titularidad en detrimento de Alvaro, que había disputado los dos anteriores encuentros. En el 17 es Cuero quien lo intenta, pero tampoco tuvo fortuna.

En el 25 Nauzet le deja el balón a Carlitos, que apura hasta la línea de fondo para sacar un centro que ni Toni ni Iban Espadas son capaces de rematar. Sí lo hizo Ruano, que mandó el balón rozando la escuadra desde el segundo palo.

El primer tiempo moriría con una última ocasión para que el Arroyo tomara una ventaja que hubiera sido muy merecida. El electrónico reflejaba el minuto 44 cuando Carlos logró rematar un centro desde el córner que salió lamiendo el palo de la portería defendida por Ricardo. Así pues, se llegó al descanso con el mismo marcador con el que se inició el encuentro pese a la superioridad de los locales.

Ya en el segundo tiempo, las cosas siguieron por los mismos derroteros. Cuando se habían jugado 5 minutos de la reanudación, Ruano la pone en el segundo palo y Carlitos se la deja con el pecho para que Toni remate alto por muy poco. En el 60, otra vez Ruano recorta a Richy tras recibir y se planta solo ante Ricardo, pero remata con la izquierda y el balón salió alto en la ocasión más clara que tuvo el Arroyo en todo el encuentro.

En el 65 los locales reclamaron penalti por posibles manos de un zaguero local dentro del área, pero el colegiado no hizo caso a sus protestas mientras se esperaba la reacción de un San Roque desaparecido hasta ese momento. Los cambios y el cansancio hicieron mella en el juego del Arroyo, que aflojó el ritmo para tomarse un respiro y volver a cargar en los instantes finales del partido.

Y en el rush final, los locales volvieron a la carga. En el 84, una falta sacada por Iban Espadas salió rozando el palo. Pero el Arroyo aún dispondría de dos ocasiones más: Nauzet tuvo la suya, pero su remate raso no encontró portería. En el 91, el propio jugador lo probó con la testa, pero el remate salió alto.