El Extremadura Arroyo volvió a la senda de la victoria, tras encajar tres derrotas consecutivas, al imponerse al CV Viladecans por 3-1 (21-25, 25-22, 25-19 y 25-19), después de sufrir, remontar un tanteo adverso y volver a poner de manifiesto el juego de comienzos de la competición, cuando llegó a situarse en la segunda tabla de la clasificatoria.

No obstante, el equipo que entrena Adolfo Domínguez tuvo que realizar un ejercicio de metamorfosis bastante notable, ya que comenzó el encuentro adoleciendo de los mismos problemas que habían propiciado parte de la culpa de ceder las últimas derrotas, el bajo nivel de recepción y el alto número de errores no forzados.

Por su parte, el conjunto catalán mostró un juego solvente, que explica por sí mismo por qué ha sido el único equipo capaz de poner en apuros al líder Nuchar Eurochamp Murillo.

En el primer juego, las carencias de las locales, y el buenhacer en labores ofensivas de Laura Motero, en gran medida propiciado por una fantástica recepción y un más que interesante pase de Cristina Boadas, propiciaron que siempre llevara al iniciativa en el marcador (5-8, 12-16), hasta el 21-25 del set.

MEJORA En la segunda manga la formación extremeña mejoró las condiciones en que llevó el balón a su colocadora, Beatrix Meléndez-Pál, que comenzó a desplegar un juego más fluido, con muchos primeros tiempos de Flavia Lima y Helen Silva.

Tras adjudicarse el juego por 25-21, el cuadro de Arroyo de la Luz continuó creciendo en la cancha, mejoró sus estadística de errores no forzados, aunque siguió siendo superior a la de su rival, y mostró una mejor disposición en el trabajo defensivo.

Incluso en el tercer set, el cuadro cacereño tuvo le mérito de remontar un 0-5 adverso, para a raíz de un parcial de 8-1 (8-6), no volver a abandonar la iniciativa en el electrónico, ni en esta manga ni en la siguiente.