Tras la desastrosa temporada de Ferrari en el 2005, los gurús del Mundial de Fórmula 1 no se cansaron de repetir que Michael Schumacher había tomado nota y que el campeonato que empieza el domingo en Bahrein sería el último de su carrera. El piloto alemán no se ha cansado de repetir, una y otra vez: "Lo dejaré cuando ya no me divierta". Eso está lejos de producirse.

Pese a sus 37 años, lo que más le sigue gustando a Schumi es pilotar un F-1 y competir al máximo nivel. También se habla de que, suceda lo que suceda este año, colgará el mono y se dedicará a los caballos de verdad.

Eddie Jordan, uno de los eternos habitantes del paddock del Mundial y el hombre que dio la alternativa a Schumacher en la F-1 en Bélgica-91, ha sido el primero en hacer saltar la liebre en una entrevista en la revista Auto Hebdo: "Michael quiere ser campeón del mundo en el 2006 con Ferrari, pero ya les ha dicho que éste será su último año. Creo que Michael se construirá su propio reto para el futuro. Sigue siendo un personaje poderoso y su nombre influye mucho en la F-1", apunta.

La teoría de Jordan, todo un personaje, no es mala y va aún más lejos: "No me sorprendería que animara al grupo Volkswagen, a través de su marca Audi, a unirse a la mesa de la F-1, creando un Team Schumacher Audi o Schumacher Volkswagen, que atraería a muchos aficionados de todo el mundo".

El proyecto pasaría, lógicamente, por hacerse con el control de una escudería. ¿Cuál? Renault. Si no se logra un nuevo éxito Carlos Goshn, su presidente, pondría fin a la trayectoria del equipo en el gran circo.