La situación actual del Moralo es una mezcla a partes iguales de incertidumbre y descontrol. La asamblea del pasado lunes no aclaró nada, especialmente porque Antonio Aldana no asistió. Aunque dimitió como presidente el pasado cuatro de abril, Aldana ha asegurado que facilitará la llegada de su posible relevo.

La asamblea tuvo un vertiginoso desarrollo. Duró exactamente sesenta y seis segundos; que fue el tiempo invertido por el secretario de la gestora, Pepe Blasco, en saludar, preguntar si había algún candidato y al no encontrar respuesta despedir la reunión. Aldana no asistió por "encontrarse de viaje buscando dinero para el club" según reconoció. Posteriormente se confirmó la existencia de dos candidaturas. Una que forman un grupo de personas, todavía oficialmente en el anonimato, que ya han hablado con Aldana, y otra que encabeza Juan Carlos Prieto, representante de futbolistas, ex entrenador del Moralo Juvenil y la Escuela Morala y vinculado en el pasado a una empresa que llegó a interesarse por la compra del Cacereño.

Y mientras la plantilla sigue sin cobrar y dispuesta a seguir con movilizaciones.