Un suceso luctuoso ensombreció el primer día de competiciones oficiales en Pekín. Un turista estadounidense murió apuñalado ayer en el centro de Pekín a manos de un ciudadano chino. Los detalles son escasos, pero se sabe que el atacante no pertenece a ninguno de los colectivos considerados peligrosos por Pekín, como uigures o tibetanos. Todo apunta a un crimen común, muy escasos en Pekín.

Según la agencia de noticias Xinhua, un hombre de 47 años atacó a una pareja de estadounidenses y a un guía chino durante el mediodía de ayer en la Torre del Tambor, uno de los lugares más turísticos de Pekín, en el distrito de Dongcheng.

La víctima es un familiar del entrenador del equipo de EEUU de voleibol. Su acompañante, una mujer también estadounidense, y el guía resultaron heridos. El atacante, llamado Tang Tang Yongming, se suicidó saltando al vacío desde el segundo piso de la torre, de unos 46 metros de altura, informó.

Yongming era originario de Hangzhou, una ciudad de la sureña provincia de Zhejiang. Por el momento, se desconocen los motivos del ataque. "Necesitamos investigar para encontrar el motivo. No tenemos más información que dar por el momento", dijo un portavoz policial. Por respeto a las familias de las víctimas, la embajada de EEUU tampoco dio más información.

CRIMENES RAROS La Casa Blanca informó de que George Bush, presidente de EE.UU, ahora en Pekín junto a su esposa, estaba al corriente del suceso, y que las autoridades chinas y norteamericanas estaban en contacto. Los diplomáticos de EE.UU han visitado a los dos heridos en un hospital pequinés, donde habían sido rápidamente trasladados. "Nuestras oraciones están con las víctimas", declaró Bush.

Los crímenes violentos son muy raros en Pekín y en toda China. Aún es más raro que la víctima sea extranjera. Pekín ha destinado 100.000 agentes y centenares de miles de voluntarios y diseminado miles de cámaras de video para proteger a los 10.500 atletas y los miles de turistas.