Una maquinaria de extorsión a través de la web www.pasion.com, que admitía la publicación gratuita de anuncios y que se mantiene activa, funcionaba como cebo de encuentros que no se llegaban a producir. Los números de las presuntas chicas correspondían a teléfonos de prepago comprados en locutorios de Valencia. Cuando alguien establecía contacto con uno de los cebos usando su teléfono, se convertía en potencial víctima. Así actuaba, según la documentación que publica este jueves el diario 'El País', la trama de chantaje sexual en la que se han visto enredados Toño, jugador del Levante que llegó a ser encarcelado, y Abelardo, el técnico del Alavés y exjugador azulgrana.

Según esta información, los cabecillas podían comenzar la extorsión con mensajes de WhatsApp o llamadas. Pedían dinero a cambio de no revelar el uso de la página a familiares o conocidos y llegaban a amenazar si no accedían a los pagos. "Te voy a arrancar la cabeza", "te asesino", fueron algunas de las advertencias. Desde el comienzo de la operación Lubido Hezurra en marzo del 2018, la organización había acumulado más de un centenar de contactos, entre los que, según una nota de la Guardia Civil, los agentes "han podido acreditar alrededor de 40 extorsionados con los que este grupo criminal había obtenido de forma ilícita unos 500.000 euros". Han localizado víctimas en 18 provincias y el juez atribuye a Salva, cabecilla de la trama, "32 delitos de extorsión y amenazas en grado consumado".

LA EXTORSIÓN A ABELARDO

Entre las personas que denunciaron extorsión se encuentra el entrenador del Alavés, Abelardo, que efectuó dos pagos que suman varias decenas de miles de euros, según fuentes conocedoras de la investigación, citadas en la información, que sigue abierta. Lo que introduce a Toño en la causa es una conversación telefónica entre Salva y Erik (otro de los investigados), interceptada el 26 de enero, en la que decían que le habían dado a Toño 10.000 euros para guardar, que les debía otros 5.000 y que tenía más datos. Aunque el 6 de febrero, el día que se anuncia su renovación, la Guardia Civil interroga a Toño y solo encuentra en su casa 4.820 euros. El futbolista asegura que accedió a guardar el efectivo porque Salva le dijo que tenía un problema de ludopatía y no quería gastarlo. El juez, sin embargo, vio materia para acusarlo de blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal. Y para decretar prisión preventiva.

El 22 de febrero, prosigue la información, el juez envió a prisión a otros 10 hombres de Valencia: iban 17 detenidos. Se trataba en su mayor parte de mulas, personas que presuntamente habían facilitado a la trama sus números de cuenta bancaria para que los extorsionados ingresaran ahí el dinero. A cambio de quedarse con una parte, recibían el pago y entregaban el grueso a Salva.

Toño pasó en la cárcel tres semanas, hasta que prosperó el recurso de su abogado, Emilio Pérez Mora, y la Audiencia Provincial de Teruel, con la oposición de la Fiscalía, lo dejó el viernes 1 de marzo en libertad provisional, sin fianza, aunque aún con cargos, y con la obligación de comparecer los días 1 y 15 de cada mes. El lunes siguiente, la misma Fiscalía pidió al juez que liberara sin medidas alguna a otras ocho personas. También salieron.