Que Nueva Zelanda realice su clásico ritual, la famosa hacka, antes de sus partidos, sean amistosos u oficiales, no es ninguna sorpresa. Pero no todos los días se ve a los All Blacks efectuando su tradicional danza maorí ante los adversarios, en este caso los franceses, vestidos con un uniforme con toques blancos, lo que sucedió el sábado en el encuentro de rugby disputado en el Estadio Nacional de Francia, en el barrio parisino de Saint Denis.

El color no sentó mal al conjunto de Nueva Zelanda pues consiguió en el amistoso la décima victoria consecutiva ante Francia, en este caso por 16-24. En otros encuentros amistosos internacionales, Irlanda derrotó a Australia por 27-24 e Inglaterra ganó a Argentina por 27-14.