A tenor de su tono de tranquilidad, no parecía un día especial ayer para Asiel Mateo del Cerro (Navalvillar de Ibor, 8 de noviembre de 1990) pero en realidad sí lo era. Y tanto: hacía su vigesimosexto cumpleaños, pero el protagonista, central del Cacereño, no tenía previsto nada más allá que «una cena, si acaso». En un rato tenía que asistir a clase del Máster de Iniciación a las Ciencias Sociales que cursa en la Universidad de Extremadura y hoy tiene que entrenar en el retorno al trabajo del líder indiscutible del grupo XIV de Tercera División.

La voz de Asiel suena seria y serena a través del teléfono. Es un tipo tan formado como asentado, aseguran que muy amigo de sus amigos y que deja un legado de recuerdos extraordinarios allá donde ha jugado, tanto en el Moralo como en el Coria como el Arroyo. Y no solamente en lo estrictamente deportivo, sino en lo humano.

Asiel, graduado en Educación Primaria, denota uniformidad y se exhibe sin alardes con la misma seriedad que impone en cada partido este defensa expeditivo y especialmente rápido, sin duda una de las claves del liderato del CPC. «Vivo desde hace ocho años en Cáceres», informa este futbolista que está sorprendiendo a casi todos y que, quién sabe por qué, no ha tenido la oportunidad de jugar más allá de la Tercera División.

Sus compañeros de piso son Fran Minaya y Pucho, con los que, como el resto, forma un grupo «extraordinario», como dice también el entrenador, Adolfo Muñoz. En el campo forma tándem con Mansilla, un experimentado defensa que, afirma el técnico, tiene un nivel de compromiso «altísimo».

Amante del fútbol

«A mí lo que me gustaría en el futuro es disfrutar del fútbol el máximo tiempo posible y al mejor nivel que pueda. ¿Jugar en otra categoría? Pues claro, como a todos», añade el futbolista «de los Ibores», como le gusta alardear. Su mensaje es tan optimista como cauto a la hora de juzgar el pulso en la cabeza. No podía ser de otra forma teniendo en cuenta su carácter analítico. «Hay mucha igualdad. Nosotros hemos fallado menos y digamos que hemos sido más fiables, pero entre Cacereño y Badajoz creo que hay mucho equilibrio. Aún es pronto, se lleva un tercio de liga, y creo que vamos a estar peleando ahí los dos».

El ascenso es, evidentemente, el objetivo también para Asiel, aún con el regusto amargo de haberse quedado cerca la pasada temporada con el Arroyo, cuenta este maestro de Primaria que, en un futuro, en unos años, le gustaría «enseñar a los niños», aunque su verdadera pasión es inequívocamente el fútbol.

«Con trabajo, disciplina y seriedad podemos conseguir hacer una buena temporada», asevera Asiel, relajado en su domicilio como corresponde al día. Hoy toca entrenar y poner todos los sentidos en el partido ante el Santa Amalia del próximo domingo.