CACEREÑO - 0: José Fuentes, Palero, Mario Carrizosa, Juli Ferrer, Toni; Carlos Esteve, Checa, Santi Amaro, Gaspar (min. 75, Alcala), Chapi; y Matías Saad.

ECIJA - 0: Ramón, Blanco, Pizarroya, Alejo, Oscar, Ubeda, Nando, Antoñito (min. 77, Ayina), Abel Segovia, Migue y Rubén Cruz.

ARBITRO: Villoria Linacero (Comité Madrileño). Tarjetas amarillas al local Palero y a los visitantes Oscar y Alejo.

INCIDENCIAS: Terreno impracticable. Llovió casi todo el partido. Jara Salgado, del Al-Qazeres, de Liga Femenina 2, hizo el saque de honor. También se homenajeó al Nuevo Cáceres.

Fue imposible mientras duró. Más de 90 minutos de denodada lucha del Cacereño acabaron con un empate insuficiente ante el Ecija (0-0). Los verdes retroceden un paso más en sus aspiraciones a colarse entre los cuatro primeros, aunque en ningún caso dicen adiós a un sueño que, aunque lejano, es aún posible.

La lluvia enfangó el terreno de juego del Príncipe Felipe, pero no aminoró la ambición del grupo de Julio Cobos, un equipo que se deja el alma en cada choque y que, consiga o no el objetivo, se ganará el aplauso general en el balance. Su esfuerzo de ayer fue tremebundo y el premio, escaso.

El drenaje y el pincho en el césped funcionaron, pero era imposible que pudiera quedar bien. Con todo, tanto extremeños como andaluces ejercieron de gladiadores sobre el fango y se hicieron acreedores a la ovación final. Fue magnífico el despliegue físico en tan desvirtuada contienda, que estuvo a punto de no jugarse. Visto lo visto, quizá hubiese sido lo lógico.

Fue el CPC el equipo que más lo mereció. Por ocasiones, por ganas y por riesgo. En un encuentro así, el fútbol directo fue el protagonista destacado. No podía ser de otra manera. Era la fórmula obligatoria.

El dominio, en efecto, fue verde de principio a fin. Y todo ello contando con que fútbol de verdad podía haber poco. Oportunidades tampoco habría demasiadas, pero Ramón, el meta astigitano, fue el mejor jugador visitante, haciendo alarde de su condición de meta sobresaliente de la categoría, distinción que acredita oficiosamente desde hace varios años ya.

El balón se movió a los impulsos marcados por jugadores con DNI poderosos en el despliegue de fuerza, tipo Checa, Palero, Matías Saad o Juli Ferrer. De oportuinidades de cara a puerta pocas noticias en la primera media hora.

DANDOLO TODO Hasta el minuto 27 no hubo la primera opción de marcar más o menos diáfana. Gaspar, incómodo todo el partido como es lógico en un futbolista de su perfil técnico, no engatilló bien un centro de Toni, otro de los destacados. Qué futbolista el exbético, qué extraordinarios 90 minutos los suyos. Y eso que el campo no le beneficiaba.

Santi Amaro sería el siguiente en intentarlo en el 41. El montijano obligó a Ramón a hacer una enorme parada tras su lanzamiento de falta envenenado.

Tras el paso por vestuarios, idem de idem. 22 colosos sobre el campo y un objetivo en los locales: marcar. Y la tuvo el Cacereño en las botas de Santi Amaro, a quien su gran enemigo, Ramón, paró un penalti cometido sobre él mismo en el minuto 51. El partido estaba ahí, y a fe que en el balance se echó de menos que el '8' del Cacereño convirtiera en gol la pena máxima. Lo hubiera merecido Amaro, un jugador al que su madurez le está haciendo más futbolista del que ha sido siempre.

Palero también flirteó con el gol en un remate en escorzo (min. 63), pero era evidente que no había la fortuna necesaria para que llegara la victoria. El Cacereño lo intentó con insistencia. No pudo ser. Restan siete jornadas y el sueño se escapa. Ayer se aguó parte de él.