A la finalización de la campaña anterior, el presidente y responsable técnico del Extremadura Arroyo, Adolfo Gómez, tras confirmarse el descenso de categoría de Superliga a Superliga 2 (S2), ya aseveró que el club debía volver al principio que se erige como piedra angular del club, la cantera, pero era difícil vislumbrar que apenas cuatro meses más tarde, cuatro jovencísimas jugadoras reforzarían la plantilla, y menos aún que contarían con muchos minutos de juego.

Ana Lucas (16 años), María Guadalupe (17), Laura Pallero (17) y Alba de Lucas (16) proceden todas de las categorías inferiores del club de Arroyo de la Luz y han seguido de cerca desde hace diez años el exitoso periplo de esta entidad deportiva por el voleibol español, que culminó hace cinco años con el ascenso a la élite, la Superliga.

Todas coinciden en señalar de igual manera que se trata de una ocasión «única» para ellas, y a pesar de que, como subraya Ana Lucas, «no tiene nada que ver esta categoría con la juvenil», asegura también que «voy a darlo todo por controlar la tensión del juego en los partidos y que todo el esfuerzo en los entrenamientos sea capaz de aprovecharlo para ayudar al equipo a lograr sus metas».

María Guadalupe declara que jamás llegó a soñar en formar parte del equipo de S2, «y cuando me comentaron tal posibilidad, que no me esperaba, me hizo una ilusión enorme», y añade que aunque todavía «tengo muchos nervios cuando entro en el campo de juego en un partido, creo que voy mejorando y al mismo tiempo disfruto más».

Asimismo, Laura Pallero reconoce que «nunca» había pensado en llegar a formar parte de la plantilla en esta categoría del voleibol nacional, «y es algo de lo que estoy muy agradecida, aunque tengo que decir que para mí significa también un gran sacrificio y responsabilidad, porque es un año muy importante y decisivo en mis estudios».

Orgullo

Por su parte, Alba de Lucas afirma que se siente en estos momentos «muy orgullosa y afortunada» de que Adolfo Gómez haya decidido contar con ella, y desvela que la haría mucha ilusión superar las cifras «de mi tía (Guadalupe Leal, receptora y atacante por zona ‘4’, antigua jugadora de Primera División), tanto en años como en partidos disputados, algo para lo que cuento con el total apoyo de mi familia, entrenadores y compañeras».

Compaginan todas ellas sus estudios con los entrenamientos, los partidos y los largos desplazamientos por toda la geografía nacional, y lo hacen siempre con la convicción de que con trabajo y esfuerzo, y sobre todo con mucho valor, conseguirán finalmente el objetivo que se han planteado, porque como decía la escritora y política estadounidense Clare Boothe Luce, «es el valor la escalera por la que suben las demás virtudes que nos llevan al éxito».