El técnico brasileño Vanderlei Luxemburgo fue presentado ayer por sorpresa como nuevo entrenador del Real Madrid, en la primera decisión tomada por el director deportivo del club blanco, Arrigo Sacchi. Todo ello se produjo tras una reunión con el Santos, su club hasta ahora, a últimas horas de la tarde del pasado miércoles, de la que informaba la prensa brasileña que se hacía eco de la misma y de la posible contratación del entrenador por el Real Madrid.

El resultado fue que en España, a primeras horas del día, el rumor se extendía como la pólvora y a las 9.30 horas, Efe adelantaba la noticia del fichaje del entrenador brasileño.

La vorágine de acontecimientos se sucedía, desde Brasil llegaba la noticia de que había firmado por año y medio, mientras que desde las oficinas madridistas se anunciaba una junta directiva extraordinaria para ratificar el fichaje de Luxemburgo hacia las 13.30 horas.

Poco antes, Vanderlei Luxemburgo aterrizaba en Madrid en el mismo vuelo que Ronaldo y Roberto Carlos, que se enteraron en la aeronave de todo lo que sucedía en el club de primera mano. Ronaldo prefirió no hacer declaraciones, mientras que Roberto Carlos no tuvo inconveniente en decir que "el verdadero fútbol llegaba al Madrid".

La directiva madridista ratificó la contratación por "unanimidad", y pasadas las 14.30 horas, Emilio Butragueño, vicepresidente y director general deportivo, junto a Arrigo Sacchi, director de fútbol, presentaban a la prensa al cuadragésimo técnico de la historia madridista, tercero de la actual temporada.

"Disciplina, unión, profesionalidad y trabajo", han sido algunas de las primeras palabras del entrenador brasileño. "Vengo para ganar. Y para eso hay que trabajar. No prometo títulos, pero voy a trabajar para que lleguen. Hay que tener compromiso. Si el grupo lo tiene, las cosas irán bien", indicó.

LA ´AYUDA´ Butragueño estuvo muy pendiente del nuevo entrenador del equipo y saltó al quite cuando las preguntas podían ser comprometidas para Luxemburgo, como cuando le preguntaron por Fernando Morientes y su posible salida al Liverpool, o por la llegada de Robinho, jugador suyo en el Santos hasta hace unos días. "Robinho es el mejor jugador de Brasil, pero jugar en Europa es distinto y hay que ir con tranquilidad", acertó a decir Luxemburgo, que afirmó desconocer las negociaciones con Morientes y sólo sabía que era "un gran jugador".

El vicepresidente madridista comunicó que la contratación había sido muy rápida, "apenas 48 horas", y Sacchi ratificó las palabras de su superior y dijo que una de las causas de su contratación era "que todos los equipos que había entrenado, habían hecho un buen fútbol".

Ayer por tarde, Sacchi y Luxemburgo se acercaron hasta la Ciudad del Fútbol, en la localidad madrileña de Las Rozas, para saludar a los jugadores del equipo y no será hasta hoy cuando coja definitivamente las riendas del equipo. Luxemburgo estará acompañado por un segundo entrenador y un preparador físico de su confianza.

SATISFACCION Respecto a Mariano García Remón, sólo se dijo que seguiría dentro del organigrama técnico del Real Madrid. En su despedida como técnico del conjunto blanco que se va satisfecho por el trabajo realizado aunque "fastidiado" por no poder terminar el 30 de junio la obra empezada. "Ha llegado una persona y si tienen unas ideas, el mejor momento para cambiar es ahora", dijo el técnico.

"No estoy dolido. Sé en las circunstancias en las que llegué. El equipo sigue vivo sobre todo en la Liga de Campeones. La Liga no está tirada y me voy satisfecho. Quizás si sienta un poco de rabia porque estaba viviendo una situación soñada porque quiero mucho al Real Madrid, pero el día a día de la Liga me ha marcado", declaró en la Ciudad Del Fútbol de Las Rozas.

El hasta ahora técnico madridista, visiblemente emocionado en la conferencia de prensa y en compañía de Fernando Gaspar, ya ex preparador físico, sacó la cara por sus futbolistas.

"Los jugadores no tienen la culpa. Están en una dinámica de triunfos de otros años y al más mínimo fallo cunde el pesimismo. Tienen su culpa pero no toda. Está claro que la estructura no era la idónea, la plantilla no estaba equilibrada".

"No lo tomé como la oportunidad de mi vida. Era un reto difícil y pienso que no se ha hecho tan mal. En estos partidos de Liga de Campeones y Copa del Rey podamos dar qué hablar. Dejo la situación mucho mejor de la que había con el equipo en las tres competiciones. El día a día de la Liga es el que nos ha hecho mucho daño", agregó.