Ciertamente la jornada no ha sido para atacar. Era un análisis que habíamos hecho todos aquellos que estamos en este Tour con alguna aspiración. Ya he acabado mi sesión de masaje y ahora espero la cena. Hay que irse pronto a la cama, porque la jornada dominical será mucho más dura. Un final en alto en los Alpes es algo totalmente distinto.

Yo, por mi parte, solo puedo catalogar la primera etapa en los Alpes, una especie de aperitivo de montaña, como una jornada positiva y buena en cuanto a las sensaciones. Aquí lo que se trata es superar el Tour día a día y no pensar, por ahora, en el mañana.

¿Por qué nadie se ha decidido a atacar Pues muy claro. La razón principal ha estado en que había casi 15 kilómetros de la cumbre de La Colombière hasta la meta, todo descenso. Un ataque, en estas circunstancias, habría sido una especie de suicidio.

Además, hay que añadir a todo esto que la escapada del día se formó muy pronto, alcanzó mucho tiempo y no había ninguna posibilidad de ganar la etapa. Por eso, nadie tomó la iniciativa.

Pero ha habido otra causa. Ha sido David Arroyo. Le hemos dicho que en la última fase de La Colombière marcara un ritmo fuerte, no excesivamente asfixiante, pero que a la vez impidiera cualquier intento de demarraje. David ha cumplido su trabajo de forma excepcional. Apenas hemos tenido que hablar con él por el pinganillo.

De vez en cuando solo le decíamos que aligerase el ritmo. Afortunadamente Valverde, Karpets y yo hemos estado siempre delante.

Por esta razón no me he podido fijar en los problemas por los que Klöden ha pasado durante la ascensión. Sí me he fijado, en cambio, en que tanto él como Vinokurov han circulado siempre muy rezagados. Pero todos tampoco podemos ir delante.

Si no han abandonado es porque creen que podrán rehacerse de sus heridas y podrán seguir estando ahí, peleando por llegar lo más alto posible. De lo contrario, no habrían aguantado en el pelotón. Es hora de descansar. Afortunadamente hoy no hemos tenido traslado. Nuestro hotel está en la meta. Lo cual no deja de ser un descanso.