Hace tres semanas, Cristina Jordán (Casar de Cáceres, 23 de julio de 1989) estaba en el Hospital Universitario de Móstoles encarando su último mes de prácticas. Ahora, la atleta extremeña y estudiante del sexto curso de Medicina espera la llamada de la sanidad madrileña para ayudar en la lucha contra el covid-19. Hace unos días, cuenta, se interesaron por su disponibilidad. Y no lo dudó, se ofreció voluntaria. «Estoy disponible para cuando me necesiten», dice. Ahora, aguarda a que la ‘llamen a filas’.

¿Miedo? «Sí, claro, la situación es de bastante riesgo, para nosotros y nuestras familias, pero para esto he estudiado Medicina, para poder ayudar en estas situaciones», añade la casareña, campeona de Europa sub-23 de cross en el 2010. También contribuye a disminuir el miedo que la llamada haya sido del hospital donde estaba haciendo las prácticas, donde están los profesionales que ya conoce. «Si hubiese sido otro hospital distinto, en el que no conozco a nadie, sí me asustaría más, pero en el de Móstoles ya sé cómo funciona todo».

Son las 12.30 del domingo cuando atiende a este diario. Acaba de terminar sus ejercicios matinales, algo que está deseando aparcar para irse al hospital. «Viendo cómo está toda la situación, prefiero mil veces que me llamen a entrenar en casa y cuidar mi rendimiento», añade ella sin la más mínima duda.

SEGUNDA OPORTUNIDAD / Mientras llega esa llamada, Cristina Jordán se ha embarcado en su particular pretemporada en casa apoyada por una cinta de correr, «aunque unas veces funciona y otras no», dice entre risas. Sabe que esta temporada está perdida, puede que ya lo estuviera antes, porque este año se había centrado en sus estudios, quería acabar la carrera. Pero con todo el deporte paralizado ya no hay atisbo de duda de que es así.

Pero, piruetas del destino, la crisis le ha dado a la extremeña una segunda oportunidad para cumplir su sueño: ir a unas Olimpiadas. El aplazamiento de los Juegos de Tokio al 2021 le permite entrar de nuevo en la lucha por una de las plazas españolas para el maratón. Ya tiene claro incluso dónde empezará el camino, en el Maratón de Valencia del mes de diciembre. «A ver si consigo una buena marca. Con la carrera [los estudios] acabada todo cambia mucho, tendrá más seguridad, será otra historia».

En casa está haciendo, sobre todo, ejercicios de fuerza. «Tampoco se puede hacer mucho más, pero hay que intentar estar lo mejor posible para cuando nos dejen salir». De todas formas, reitera, no le importaría dejar de entrenar para irse ya al hospital.

ENFADADA / Cristina Jordán, que no falla ningún día en los aplausos de las 20.00 horas a sus compañeros sanitarios, se confiesa bastante enfadada por la gestión política de la crisis. «Nosotros los ciudadanos por lo menos valoramos el trabajo de los médicos, de los policías, de toda la gente que está ahora salvándonos la vida. Pero los políticos ni eso. Me gustaría que se diesen cuenta de que no se pueden comportar como lo están haciendo», apunta la casareña.

Cree la extremeña que las decisiones están llegando tarde, que medidas como la que hoy entran en vigor, el endurecimiento del confinamiento, se debería haber producido antes. «Parece más una lucha entre ellos [entre los políticos] que contra el virus. Estoy un poco indignada con el comportamiento que están teniendo, no están haciendo las cosas como deben, lo hacen tarde y mal. Espero que cuando esto acabe la gente se eche a la calle y reclame por sus derechos».

Habla claro Cristina Jordán, que tras dejar atrás sus propios problemas de salud, mira con valentía al presente, donde espera verse en breve ayudando en la lucha contra el coronavirus, y al futuro, a Tokio 2021.