Nunca en toda la era Diego Simeone ha afrontado una eliminatoria con los pronósticos tan en contra el Atlético de Madrid, que desafía al Liverpool, el actual campeón de Europa, y que compite contra todo en los octavos de final de la Liga de Campeones, que comienzan este martes en el Wanda Metropolitano y con Diego Costa, previsiblemente, de vuelta a la acción.

No hay ningún dato objetivo esta temporada que discuta el papel de favorito del duelo del equipo inglés; imponente en su campeonato --con una colección de 25 victorias, un empate y cero derrotas--, temible por extensión en Europa --fue líder de grupo con 13 de 18 puntos-- y con la vuelta en su territorio, Anfield, el 11 de marzo.

El Atlético no entiende ni de lógica ni de favoritos ni de nada más allá de lo que se demuestra sobre el terreno, capaz en más de una ocasión de transformar lo imprevisible en una realidad.

En un momento diferente en su temporada, con menos certezas en todos los sentidos y con un triunfo en los últimos siete encuentros oficiales, surge un reto de enorme dimensión, que dispara la exigencia de un grupo por debajo de las expectativas, pero también con un indudable potencial, desde la portería hasta al ataque.

Necesita competitividad, ambición, rebeldía, fe, determinación, carácter, concentración, intensidad, rigor táctico, pegada ofensiva... En suma, un partido y unas características de altísimo nivel, que reconocía no hace mucho y que hoy parecen casi ajenas, para desarmar a uno de los peores rivales posibles en la actualidad.

El Atlético, que sólo ha perdido dos de sus 33 choques como local en la Liga de Campeones de la era Simeone, se ha rearmado por su primer tiempo contra el Valencia y porque va recuperando efectivos; de las ocho bajas que sufrió hace semana y media ante el Granada a las que tres que padece contra el Liverpool: Joao Félix, Héctor Herrera y Kieran Trippier, que siguen con su puesta a punto.

El resto están listos, incluido Diego Costa, que ya se entrena con el grupo desde hace dos semanas, que no ha jugado ninguno de los últimos 16 encuentros por la operación de la hernia discal cervical a la que fue sometido el pasado 21 de noviembre y que está ya solo pendiente del alta médica para volver de inmediato a la competición.

Previsiblemente lo hará este mismo martes, bien desde el once o bien desde el banquillo. No ha dado ninguna pista Simeone sobre la configuración de la alineación. No ha probado nada, aunque no variará mucho de la base que ha empleado en los últimos duelos, con Álvaro Morata de vuelta al once en el ataque tras tres encuentros.

A su lado estarán Ángel Correa o Víctor Machín, ‘Vitolo’. O incluso Diego Costa. Es una de las dudas del equipo titular. Hay más: el lateral izquierdo, entre Renan Lodi o Saúl Ñíguez, y uno de los dos puestos en el centro de la defensa, entre José María Giménez, tras un mes y una semana sin competir, o Stefan Savic.

En el resto de posiciones, Jan Oblak es indiscutible en la portería, igual que Felipe Monteiro en el centro de la zaga, Koke Resurrección y Thomas Partey en el medio campo y Saúl Ñíguez ya sea en esa línea o en el lateral zurdo. También se espera en el once a Marcos Llorente, que crece cada partido en la alineación inicial en el interior derecho, y Santiago Arias, como lateral diestro.