Acabó el fin de semana futbolístico más extraño de nuestra historia. En Extremadura se dio el visto bueno a que se jugaran los playoff de ascenso a Segunda B con público. Esta fue la principal novedad de todo lo vivido, que ha arrojado un balance realmente bueno.

Y es que el resultado, por suerte, ha sido de lo más satisfactorio, como feliz ha sido el triunfo del Badajoz ante el Athletic B que le ha metido en la segunda eliminatoria de ascenso a la categoría de plata. Entre San Kike Royo y los arrestos del colectivo de futbolistas salvaron un escollo especialmente complicado, y más con la inferioridad numérica desde el minuto 65 por la expulsión al central Iván Casado. El deporte es tan grande que te da satisfacciones casi insospechadas, como ésta que tiene toda la pinta que va a tener su prolongación en el tiempo. Badajoz disfruta y sueña con el fútbol profesional. Su rival el jueves será el Barcelona B. Enorme duelo. El domingo puede estallar de júbilo con el ascenso, que vendría a paliar el descenso del Extremadura.

En la fase de ascenso a Segunda B, más que por lo que se haya podido ver en el terreno de juego del estadio Romano de Mérida, lo mejor está ocurriendo en las gradas, con dos partidos sin más problemas de comportamiento que algún incidente aislado. El calor no ayuda, pero la conciencia de la gente sí. Y ahí estamos dando una lección. Extremadura y Canarias son las únicas comunidades que han tenido público.

En los encuentros en sí, se impusieron los que más urgencias tienen en este momento.

El Villanovense marcó en momentos clave a un Extremadura B sin sus mejores hombres (ahí me parece que no se han hecho las cosas ben), en tanto que el Cacereño, guiado por una asistencia tras acción individual de genio de Marcos Torres, ganó al Coria por 1-0 como se podía imaginar: peleando de lo lindo y sufriendo aún más ante un oponente soberbio. Chapeau para los celestes y su entrenador, Rai, ya que su campaña ha sido tan monumental como su catedral.

El 1-0, justo o no, mete al decano del fútbol regional en la gran final y todo se encamina a un duelo de transatlánticos de la Tercera extremeña que esperan dar un buen espectáculo ante sus aficionados, puede que incluso cambiando el escenario de Mérida por el de Almendralejo. Queda lo mejor aún.