Juan Carlos Ferrero se presenta como la mejor baza española en el Abierto de Australia que esta próxima madrugada (lunes en España) comenzará a disputarse en el complejo tenístico Melbourne Park. El valenciano, cuarto cabeza de serie del primer Grand Slam de la temporada, se presenta al torneo en un excelente momento de forma, como ha demostrado en Sydney, aunque no pudiera redondearlo en la final del torneo que ayer perdió con el surcoreano Hyung-taik Lee en tres disputados sets: 4-6, 7-6 (8-6) y 7-6 (7-4).

La derrota encajada ante un jugador clasificado en el puesto 85 del mundo y que venía de la fase previa no parece haber afectado la moral de Ferrero, que minutos después de acabar el partido evitaba cualquier pesimismo de cara al Abierto de Australia. "Acabe el año frustrado y lo he empezado igual. He perdido dos finales que tenía en mis manos ganar, pero el tenis es así. A pesar de todo, me siento en forma y fuerte para afrontar el Abierto de Australia". Un torneo en el que el valenciano no oculta su objetivo. "Voy a Melbourne con la intención de ganar", declaró a poco de llegar a Sydney. Ferrero, que el año pasado no pudo jugar la temporada australiana por una lesión, quiere aprovechar esa situación para mejorar su clasificación mundial (ahora es cuarto) y acercarse al número 1 que defiende el australiano Lleyton Hewitt, el gran favorito.

MUCHAS DUDAS

Pero si Ferrero está en forma, la preparación previa de cara a Australia no ha sido brillante para el resto de compañeros de la armada, que no han tenido un buen aterrizaje sobre las pistas de rebound ace. Ni Carlos Moyá (cabeza de serie número 5 en Melbourne), Albert Costa (n. 8), Alex Corretja (n.15), Tommy Robredo (n. 26) o Conchita Martínez (n. 31) han conseguido resultados que les permitan afrontar con confianza el único Grand Slam que aún no ha ganando nunca un tenista español en toda su historia.

El excesivo calor (estos días el termómetro ha marcado los 30 grados), el tipo de superficie (dura) y la premura de las fechas (en enero) se han convertido siempre en la mejor excusa para explicar la ausencia de títulos en un torneo den el que los últimos éxitos son las finales alcanzadas por Carlos Moyá (1997), Conchita Martínez (1998) y Arantxa Sánchez (1994-95).

De los 23 españoles que toman la salida en Melbourne, a tenor de los anteriores resultados alcanzados en estas pistas, Moyá debería ser la segunda mejor baza española, tras Ferrero. El mallorquín tuvo un excelente final de temporada al alcanzar las semifinales del Masters de Shanghái el pasado mes de noviembre y ahora está entre los candidatos al triunfo en un torneo en el que el año pasado llegó a cuartos de final y en 1997 fue el sorprendente finalista. "Siento que ahora soy mejor jugador que entonces", ha confesado. Moyá, de todas formas, no ha tenido un estreno que le permita demasiada confianza, tras ser eliminado en Sydney por el joven estadounidense Mardy Fish.

Tras Ferrero y Moyá, las opciones españolas estarán teóricamente en manos de Albert Costa, campeón en Roland Garros, que aún tiene que confirmar sus progresos en pista rápida, y Alex Corretja, que ha sido el primero en reconocer sus limitaciones en el complejo tenístico de Melbourne Park. "Nunca he estado a un buen nivel en Australia y no soy uno de los favoritos en este torneo, pero esta vez me siento bien para jugar y quien quiera ganarme deberá luchar en la pista", ha advertido el catalán.

Del resto, F¨lix Mantilla, cuartofinalista en 1997, ha sido el mejor español tras Ferrero en los torneo previos, al alcanzar las semifinales en el torneo de Auckland. En el torneo femenino, las mejores opciones seguirán estando en manos de la veterana Conchita Martínez.