Pedro Nieto, presidente del Extremadura, dice estar dispuesto a asumir su responsabilidad y a abandonar su cargo si el equivocado es él. Ayer, cuando se le preguntó por su punto de vista sobre la situación del equipo fue enlazando temas y llegó a una demoledora conclusión con relación a su persona. Primero reconoció que "la situación del club es muy difícil, pero yo tengo confianza en que nuestros jugadores y nuestros técnicos están perfectamente capacitados para sacarnos de esta situación".

Luego puntualizó que "creo firmemente en las capacidades de Bizcocho y entiendo que no me he equivocado. Por eso me hace gracia que se hable de la posibilidad siquiera de que venga un nuevo técnico". Y es que, "si Bizcocho no sacase el equipo de la situación en la que se encuentra él no sería culpable. El culpable sería yo y quien se tendría que ir para su casa por torpe yo también. Cuando un dirigente cambia un técnico y el relevo no da los resultados apetecidos el que se tiene que ir es el dirigente y cuanto antes mejor".

Con todo, Nieto, que hoy tiene previsto reunirse con los jugadores "para darles ánimo pero también para decirles que estamos con ellos y que a mí me gustó el partido en Alcalá, no el resultado", insiste en que "el equipo está jugando bien, pero tenemos demasiados imponderables que nos crean mucha ansiedad. La retirada de los tres puntos nos ha hecho mucho daño".

SIN LOLO Y VALLADAR Mientras, la plantilla se reencontró en la mañana de ayer con el trabajo y ha empezado a preparar el encuentro del próximo domingo, fijado para las 18.00 horas, ante el Sevilla B y en el Francisco de la Hera. Bizcocho ya sabe que no va a poder contar ni con Lolo, expulsado en Alcalá de Guadaira por doble amarilla, ni con Luis Valladar, que cumple su ciclo de cinco tarjetas. El resto del grupo trabajó sin novedad aparente.