Equipo de fútbol en crisis económica vende sus derechos en una categoría golosa. Es la ´comidilla´ de todos los años a estas alturas de temporada. Suena a familiar, a chiste viejo, pero irremediablemente suele producirse cierto revuelo. El ´gallinero´ se agita y la supuesta noticia da para despertar cierta ilusión en la afición que sueña con que las instituciones o un grupo de empresarios, en forma de maná, haga las gestiones necesarias para que su ciudad dé un salto cualitativo futbolísticamente hablando.

La de este año salió ayer publicada en la Gaceta de Salamanca. El histórico club charro pasa por dificultades monetarias, con el correspondiente efecto dominó que produce este hecho. Al parecer la Unión Deportiva está en venta y los ´buitres´ revolotean alrededor de la codiciosa presa.

Mucho secretismo, mucho supuesto interés fomentado por intermediarios que no hablan claro, reuniones que no acaban de producirse, ofertas que no se concretan, demandas que siguen el mismo camino... Y, entre medias, el presunto interés de instituciones ávidas por llevar fútbol de alto nivel a sus comunidades.

Según el periódico salmantino, "desde instituciones extremeñas se ha contactado con el Salamanca para hacerles saber su interés en formar un equipo de Segunda División". No serían los únicos. Se habla también del Oviedo, "de un proyecto de la Comunidad Valenciana", de Toledo, de Cataluña...

Todo muy vago e impreciso. Ocurrió hace un par de años con los empresarios catalanes para hacerse con el Badajoz. Pasa ahora con la venta del Cacereño. ¿Un nuevo culebrón?