Las 337 azafatas que trabajarán en las ceremonias de entrega de medallas de los Juegos Olímpicos de Pekín no sólo han tenido que pasar por un completo entrenamiento sino cumplir también unos estrictos criterios de belleza.

Una buena formación académica y ser estudiante universitaria no era suficiente para ser seleccionadas. Las jóvenes, que finalizarán su formación este sábado, tenían que responder a unos específicos estándares de belleza marcados por la organización, informó hoy la agencia oficial Xinhua.

Todas miden entre 168 y 175 centímetros y tienen una buena apariencia, determinada por unas estadísticas que incluyen desde el tamaño ideal de busto, la cintura o las caderas hasta boca, nariz y ojos, explicó la jefa de la División de las Ceremonias, Wang Ning, que sin embargo no quiso revelar los números de esas medidas.

Sin embargo, esos requisitos no fueron los únicos, según Wang. "Las medidas fueron apenas una referencia para los expertos y algunas chinas que no encajaban en ellas también fueron seleccionadas debido a su belleza y pasión", agregó.

Pero la organización quería potenciar la belleza de las azafatas y, para ello, enseñaron a las jóvenes una serie de trucos: sonreír mostrando apenas ocho dientes o no parpadear delante de los flashes de las cámaras, actitudes consideradas esenciales por los entrenadores.

"Las jóvenes fueron entrenadas para ser bonitas por dentro y por fuera, para que puedan transmitir con simples movimientos el mensaje de belleza implícita y del temperamento clásico chino", finalizó Wang.

Las candidatas recibieron cinco tipos de clases: ejercicios físicos, baile, buenas maneras, procedimientos ceremoniales y conocimientos olímpicos. Las chicas fueron elegidas por expertos de varias áreas, como modelos, profesores de gimnasia, periodistas, cantantes, bailadores y atletas.