No hay un día en el que no haya un juicio, un embargo o el que los acreedores no se acerquen al Badajoz para intentar cobrar sus deudas. "Es más de lo que pensábamos que podía ser", reconoce el presidente albinegro, Julio del Camino, para exponer que "vamos capeando el temporal como podemos".

Ayer se suspendió el juicio con tres exjugadores, Marcos Mato, Willy y Martínez, "pero el martes tuvimos otro con Amarilla y seguimos con casos de temporadas anteriores. Algunos no estaban en el balance de la compra del club y otros sí". La última fue la de Tulipa, que embargó 60.000 euros al Badajoz.

"El club no tiene nada, pero embargan las taquillas y el dinero que puedan darnos las instituciones. Es lo más lamentable y ante este tipo de presiones no vamos a poder seguir con los proyectos que nos habíamos marcado". Del Camino explica que "es muy difícil dirigir el club con estas lacras", aunque elogia las facilidades que está dando la Seguridad Social. "Otros acreedores nos presionan de tal manera que a veces te dan ganas de tirar la toalla, aunque eso no va a pasar", añade.

Los ingresos son muy cortos "porque el objetivo de los 5.000 abonados no se ha conseguido ni con mucho y no tenemos a las personas que puedan generar ingresos. La situación es difícil y conflictiva".La deuda del Badajoz es mayor a la que reflejaban los balances "y existe la posibilidad de pedir responsabilidades a los anteriores dueños del club".