El Badajoz tendrá tres días para presentar sus alegaciones a la reclamación del Marbella que impugnó el partido del pasado domingo con victoria blanquinegra por 0-1 pidiendo alineación indebida de Juan Ramón Ruano, ya que vio dos amarillas y siguió en el terreno de juego hasta que el árbitro se dio cuenta de su error cuatro minutos después. Pero el club que preside Pablo Blázquez alega que Arias Madrid no le mostró la roja y por tanto no abandonó el terreno de juego hasta que el árbitro no lo expulsó a instancias del banquillo marbellí.

Pablo Blázquez, presidente del Badajoz, declara que «nos sorprende un poquito porque el partido está ganado en el terreno de juego y si hay una incidencia o un error arbitral no es para esperar una reclamación en la que el Marbella solicita darnos por perdido el partido a nosotros y los tres puntos para ellos. Sorprendidos y tranquilos porque creemos que esto no va a ir muy lejos».

El club alegará que «es un error arbitral, el Badajoz en ningún momento ha incurrido ni en alineación indebida ni en nada por lo que podamos ser castigados. Esto quedará en anécdota, haremos las alegaciones como debemos hacerlas y esperamos tener una respuesta la semana que viene en la que creemos no habrá ningún tipo de castigo».

Blázquez recuerda la jugada «en la que es verdad que el árbitro saca la segunda tarjeta amarilla, a todos nos parece que a Ruano, pero cuando no le saca la roja, nos sorprendemos y pensamos que se la ha sacado a otro jugador o la primera no fue a Ruano. Luego el banquillo del Marbella protesta y el árbitro se da cuenta que es la segunda amarilla y lo expulsa. Además, Arias Madrid que había añadido cuatro minutos, decide añadir tres más, no sé si para compensar los minutos que jugó Ruano después de sacarle la segunda tarjeta. Fue un error arbitral pero no influyó en el resultado y ganamos merecidamente los tres puntos».

SIGUE JUGANDO / Un aspecto clave es que Ruano sigue jugando porque el árbitro no le saca la roja. «Por eso, la única manera de que un jugador esté expulsado es que el árbitro le saque la tarjeta roja. Al no sacársela, no puede haber alineación indebida ni estamos cometiendo nada que altere la competición. Ruano se comporta como lo haría cualquier jugador que piensa que una de las dos tarjetas no ha sido a él y continúa jugando hasta que el árbitro le muestra la roja y deja el campo de forma correcta».

Los blanquinegros reconocen su malestar con el Marbella: «El trato allí fue excelente por parte de la directiva y de nuestro amigo Perepadenko que hace labores de delegado de equipo. Luego esta impugnación del partido nos sorprende y hablen de una conducta del jugador antideportiva y por ello piden que nos den por perdido el partido. ¿Cuántos partidos habría que reclamar cuando un jugador finge un penalti que no es? Nos parece fuera de lugar y estamos algo molestos con la actitud del Marbella que no nos parece la más deportiva».