UNIVERSIDAD DE OVIEDO: Miriam Díaz (4), Eva María Oliva (14), Ana Fernández (5), Silvia Urdiales (4), Marina Vilella (13) --cinco inicial-- Andrea Pujol (2), Andrea Sierra (0), Carolina Ramos (10), Tamara Labra (0), Paula Guijo (0).

BADAJOZ BASKET FEMENINO: Ozlem Alkan (7), Berta Dalmau (5), Patricia Zurita (8), Viktoria Vincze (8), Larisse Milhomem (4) --cinco inicial-- María Cruz (2), Noelia Pariente (9), Sashana Bucknor (13).

MARCADOR POR CUARTOS: 21-18, 31-36 (descanso), 43-44 y 52-56.

ARBITROS: Cubero y González.

El Badajoz Basket Femenino se sobrepuso a un mal inicio que parecía poner el triunfo muy caro, pero la reacción de las extremeñas les permitió llevarse de Oviedo una victoria por 52-56 muy importante en su lucha por evitar el descenso y ante un rival directo.

Mal empezaron las cosas para el equipo pacense en el primer cuarto, con un Universidad de Oviedo muy intenso. Con un parcial de 10-3, surgieron Ozlem Alkan y Patricia Zurita para equilibrar la situación (21-18, min. 10).

Aunque fueron las locales las que abrieron el marcador en el segundo cuarto, la iniciativa pasó pronto a manos de las extremeñas, mucho mejor con la entrada de Noelia Pariente y Sashana Buckner, que vieron canasta con facilidad. La jamaicana puso por delante por primera vez a su equipo (23-24) a 6.05 para el descanso, y de nuevo fue ella, desde la línea de 6,75, la que llevó la distancia al 25-34.

Tras el descanso, el Oviedo recuperó la intensidad defensiva de los primeros compases del choque y recuperaron el mando (41-40, min. 25), aunque pronto Zurita retomaba el mando y Cruz hacía la última canasta del periodo para ponerse de nuevo por delante (43-44).

En el último periodo, las de José Manuel Mata manejaron a la perfección la situación, ante un equipo universitario que gastaba todas sus energías en la defensa y se mostraba muy romo en ataque, con dos puntos en ocho minutos. Así, el Badajoz fue poniendo tierra por medio, pero en la recta final se dejó ir y a falta de 38 segundos las locales se ponían a tres puntos. Fue el último susto para un conjunto extremeño que respira en la tabla.