ADAREVA: Ngwanma (10), Laura Fernández (18), Eva Serra (10), Basaez (6), Bejarano (9) --cinco inicial-- Abuyeres (6), Sara García, Tamara Rodríguez, Luque, Bacallado (2) y Villa.

BADAJOZ BASKET FEMENINO: Ozlem Alkan (13), Patricia Zurita (12), Viktoria Vincze (10), Larisse Milhomen (8), Sashana Bucknor (3) --cinco inicial-- María Acedo, María Bautista, María Cruz, Noelia Pariente (8).

MARCADOR POR CUARTOS: 17-17, 35-32 (descanso), 47-47 y 61-54 (final).

ARBITROS: Molina Cruz y Silva González.

Eliminadas: Milhomen.

Derrota con sabor amargo la cosechada por el Badajoz Basket Femenino ante un Adareva que decidió en el último cuarto del choque (61-54).

El partido comenzó con mucha intensidad defensiva. El Adareva siempre se mantuvo por delante y solo una vez las visitantes consiguieron ir arriba de uno, pero nunca pudo abrir brecha y al final de este acto inicial las extremeñas consiguieron volver a colocar en el marcador un 17-17.

El segundo fue un calco del primero, bonito de ver para el espectador por su lucha y con dosis de emoción por el mutuo intercambio de golpes que tuvieron, también e incluso con mayor acierto que en el primero desde la línea de tres puntos. La pelea de las extremeñas en la pintura con los postes altos locales, Laura Bejarano y Abuyeres, fue intensa. También brillóla Patricia Zurita, que con su envergadura en los uno para uno y penetraciones fue todo un quebradero de cabeza para el rival. A la llegada del descanso las diferencias seguían siendo mínimas, 35-32.

Tras el paso por los vestuarios el choque no varió demasiado, aunque cabe reseñar que se volvió todavía más intenso en lo defensivo. Badajoz no aflojaba y las locales atravesaron por dificultades serías para anotar; así la local Ngwanma lo sufrió especialmente y tuvo enormes problemas incluso para lanzar. Una vez más las extremeñas consiguieron remontar en la parte final y llegar al último cuarto con igualdad (47-47).

En el deselance apareció Laura Fernández, que además de 18 dirigió muy bien a las suyas, para anotar a la primera oportunidad un triple demoledor en lo anímico que dejó a las visitantes muy tocadas acusando desde entonces nervios en su ataque.

Las extremeñas a partir de entonces fue como si dejasen ir toda la presión de haber estado luchando a remolque de marcador y prácticamente no tuvieron respuesta. El choque se decidió entonces.