La primera de las seis finales para poder subir a la categoría de bronce la disputa el Badajoz en el campo municipal de Santa Mariña (17.00 horas), en Redondela, Pontevedra, en la ida de los cuartos de final por el ascenso a Segunda B. Allí, los blanquinegros tras cinco meses de ensueño después de la llegada del técnico Agustín Izquierdo, se medirán al cuarto clasificado del grupo gallego, el Choco, un equipo ilusionado en su segunda temporada seguida luchando por el ascenso. La pasada campaña le arrebató el sueño el Extremadura, con un contundente 0-3 en la ida que sentenciaba la eliminatoria. Y en esta, a ilusión nadie gana al club blanquinegro, que ayer a las siete de la mañana viajó a tierras gallegas tras recibir el aliento de un amplio grupo de seguidores pacenses, lo que agradecieron mucho los miembros de la expedición. Por la tarde, entrenamiento pasado por agua en A Madroa, Ciudad Deportiva del Celta y máxima concentración en la plantilla, consciente de la importancia del encuentro.

Agustín Izquierdo convocó a 18 futbolistas, con las bajas de Javichu, tras su intervención quirúrgica, y Jairo, con una contractura. Izquierdo considera que "llegamos bien, con buenas sensaciones, pero en estas eliminatorias lo que has hecho antes no vale y es otra competición. Estás peleando durante todo el año para que lleguen estos momentos y en el fútbol no hay pasado, es presente, que son estas eliminatorias de ascenso y vamos a tratar de hacerlo bien".

Del Choco, Izquierdo subraya que tienen mucha información "y es un buen equipo, con buenos jugadores, técnicamente un bien dotado; en su campo se muestra muy fuerte y si queremos sacar un resultado positivo de allí vamos a tener que hacer muy bien las cosas".

El Extremadura goleó al Choco la pasada temporada por 0-3, "pero en casa perdió 2-3, lo que indica el potencial de este equipo que estaba jugando la vuelta con una eliminatoria prácticamente sentenciada. Tuvo opciones de darle la vuelta en Almendralejo y eso nos hace ver que nos enfrentamos a un muy buen rival".

Los pacenses estarán arropados en tierras gallegas por unos 200 aficionados, en dos autobuses y en vehículos particulares. "Estoy confiado que el equipo va a hacer bien las cosas y le va a devolver a la afición el esfuerzo que está haciendo al mostrarnos su apoyo y desplazarse en un viaje tan largo. Cuando acabe el partido, la afición podrá sentirse orgullosa de su equipo", finaliza diciendo Agustín Izquierdo.