Tomelloso: Rojas, Dani, Novillo (Raúl, m.55), Cabezas, Richard, Juli, Infantes (Cobo, m.65), Alberto Olmo, Lozano (Navarro, m.79), Dupi y Pinto.

Badajoz: Rubén, Traversa, Tomillo, Jano, Agustín, Germán, Suker (Armindo, m.79), Nasser (Dani, m.84), Belmonte, Cabello (Chechu, m.90) e Iván Fernández.

Goles: 0-1, M.28: Cabello, de penalti. 0-2, M.53: Tomillo.

Arbitro: Carlos del Cerro Grande (Comité Madrileño). Expulsó con roja directa a Jesús Ubeda, técnico del Tomelloso, en el minuto 42, y a Pinto en el minuto 61, ambos por protestar. Amonestó también a los locales Novillo, Dupi, Olmo, Dani, Raúl y Navarro, así como al masajista, y a los visitantes Suker, Germán y Armindo.

Incidencias: Mil espectadores.

El Badajoz echó mano de su eficacia y su efectividad en ataque para ganar en Tomelloso por 2-0 y dar un paso muy importante en su pretensión de al menos jugar la próxima temporada la Copa del Rey, ya que mayores pretensiones son casi una utopía.

Por su parte, el conjunto manchego queda abocado a un final de temporada angustioso, en el que tendrá que pelear al máximo para conseguir la permanencia en la categoría de bronce del fútbol español.

La diferente situación en la tabla clasificatoria se dejó notar en la templanza de unos y otros. El cuadro pacense, sin urgencias, estuvo más fino que unos jugadores locales con mayor ansiedad que carecieron de acierto y precisión en los últimos metros.

De esta forma, aunque el Badajoz se vio dominado la mayor parte del tiempo en el primer periodo la diferencia de pegada fue tan notable como que se adelantó en el marcador en su única ocasión, un penalti que Dani cometió sobre Suker y que Cabello transformó.

Hasta esa acción, en el minuto 28, el partido estuvo en cierto modo equilibrado, pero el gol enrabietó al Tomelloso, que lejos de arrugarse se creció y presionó más el área pacense.

El Tomelloso, no obstante, había tenido su gran oportunidad en un tiro de Infantes que se estrelló en el poste izquierdo y recorrió toda la línea de portería sin entrar en la meta.

OCASIONES El equipo local tuvo otra gran ocasión tras una extraordinaria jugada que inició Richard, envió a Lozano y este cedió a Alberto Olmo que tiró y el meta Rubén con la punta de los dedos mandó a córner.

Fueron dos claras oportunidades para un Tomelloso que podía haber llegado al descanso con el partido igualado, pero que incluso antes del intermedio perdió a su entrenador.

A tres minutos de acabar la primera parte el Tomelloso pidió con insistencia un penalti por presunta mano de Agustín dentro del área, pero el colegiado no lo señaló. Se armó la consiguiente bronca y el técnico, Jesús Ubeda, fue expulsado con roja.

Se llegó, por lo tanto, al descanso con el 0-1 a favor del Badajoz en su única aproximación y con los ánimos caldeados en el bando manchego por la acción del posible penalti.

No varió la decoración en la reanudación porque el Tomelloso insistió en su denodada lucha por conseguir primero equilibrar y luego asegurar los puntos.

Pero se volvió a topar con un Badajoz muy bien pertrechado y armado en su campo que no tardó en sentenciar, porque a los 53 minutos Tomillo estableció el 0-2 al aprovechar un balón suelto tras una falta botada por Cabello.

El Tomelloso ahora sí que acusó el golpe, ya todo un mazazo, que se acrecentó con la expulsión de Pinto al volver a protestar una decisión arbitral.

El equipo pacense supo rentabilizar su ventaja en el marcador y en el número de jugadores con más calma frente a un rival con mucho corazón pero con poca cabeza que, sin embargo, tuvo una opción de acortar distancias por medio de Alberto Olmo (m.67) pero mandó alto.

El Badajoz comenzó a jugar con mayor libertad, siempre con calma, y se aproximó más a la meta local. Jano, con un tiro extraordinario (m.77), rozó el 0-3, lo que hubiera sido ya un excesivo castigo para el Tomelloso.

Los últimos minutos fueron inútiles porque el equipo pacense dejó pasar el tiempo y el Tomelloso quiso pero no pudo.

Al final, triunfo de un Badajoz que se asienta en los puestos que dan derecho a jugar la Copa del Rey y derrota para un Tomelloso abocado al sufrimiento.