El telemaratón del Badajoz celebrado en la noche del lunes en el Teatro López de Ayala fue un éxito en cuanto a la calidad de la gala pero un fracaso económico. La subasta apenas alcanzó los 66.000 euros, cantidad insuficiente para que el club pueda sobrevivir. A falta de tres días para la finalización del plazo de ampliación de capital social, el Badajoz lleva recaudados unos 150.000 euros del millón que necesita. Los números hablan por sí solos.

En la gala destacaron las aportaciones de Cafés Delta y Café Camelo, que sumaron entre ambas 30.000 euros. Además, el Hotel Río compró 10.657 euros entre vallas y acciones, el gerente de Montajes Guadiana, 6.000 euros en acciones y el grupo Bartolomé Gil otros 6.000 euros. Además, la empresa Pikolín de Zaragoza compró 2.000 euros, Oscar De Paula, 1.800 euros y Talleres Remedios, 1.000 euros.

Respecto a los objetos vendidos, 12 de los 31 expuestos ya tienen dueño. La cifra máxima la alcanzó el capote del torero Antonio Ferrera, que llegó a los 1.700 euros. En segundo lugar, el capote, muleta y estoque de Javier Solís, con 800 euros. Y en tercero, el balón firmado por la plantilla del Badajoz, por 600 euros. La camiseta de Raúl costó 400.