"Al perro flaco todo se le vuelven pulgas", decía tras el partido de ayer el entrenador del San Fernando. Algo similar debe pensar Angel Marcos. Empezó el compromiso ante los andaluces con tres bajas (Raúl Medina, Martins y Gonzalo) y al final se le sumaron otras tres. A José Ramón le sucedió lo mismo que a Martins el 24 de noviembre: reapareció tras dos partidos fuera y volvió a lesionarse. Aarón vio la quinta amarilla, mientras que Pizarraya espera el castigo por la roja, que atendiendo a la literatura del acta ("pisar a un contrario en la espalda que se encontraba tendido en el terreno de juego con el balón a distancia de juego") puede ser de más de un partido. "Tenemos el filial", se resignó Marcos, que confía en recuperar a Gonzalo.

Pero ante tantos contratiempos la unión del vestuario es mayor. Ayer saltaron al césped vistiendo una camiseta de ánimo a Raúl Medina, que agradeció el "detalle" y aseguró estar "orgulloso" del equipo.

La grada aplaudió el gesto, al igual que el esfuerzo de los jugadores. El efecto vuelta al Príncipe Felipe sigue, aunque con menos fuerza que en el partido ante el Cartagena. Hoy arranca la campaña de abonados de un club que no para de trabajar para sacar adelante el equipo. Ayer, dos ejemplos, el sorteo de un jamón y una actividad para los niños.