Carlo Ancelotti parece tener la misma ansiedad que todo el madridismo para que Gareth Bale comience a justificar los 100 millones que aseguran en Londres ha costado el jugador galés. El técnico italiano ha decidido que comience a hacerlo esta noche (22.00 horas, Canal +) en El Madrigal, feudo del Villarreal, que ha recuperado un hueco en Primera tras una temporada en el purgatorio de la división de plata. En la toma de decisiones, el técnico blanco también confirmó ayer que la portería de la Champions será para Iker Casillas.

Da la impresión que la Liga empieza hoy con un nuevo orden, un nuevo escenario en el que aparecen Cristiano Ronaldo y Bale, los dos fichajes más caros de la historia, como una fecunda sociedad dispuesta a hacer frente a la formada por Messi y Neymar en el Barcelona, que por su parte se enfrenta al Sevilla a las 20.00 horas en el Camp Nou. Tata Martino no ha sufrido el virus FIFA y podrá contar con toda su plantilla, con la habitual excepción de Carles Puyol.

Al último en llegar a la cita, Bale, le han bastado dos sesiones de entrenamiento para ponerse a punto y decirle al técnico que está preparado para pegarle al balón a 125 kilómetros por hora.

No hará preparación específica Bale, para quien no se ha dispuesto otro plan especial que saltar hoy al campo, bien sea de titular para jugar media parte, o en la segunda mitad. Así lo confirmó ayer Ancelotti. "Llegó sin hacer una pretemporada normal, pero su condición física no es mala", dijo el italiano.

Los blancos sí tienen problemas en defensa, donde faltan Arbeloa, Coentrao, Marcelo y Varane, lo que obligará a situar a Nacho en el lateral izquierdo y Carvajal en el derecho.