REAL MADRID: Diego López; Carvajal, Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Xabi Alonso, Modric, Isco; Bale, Di María (Jesé, min. 74) y Benzema (Morata, min. 74).

VALLADOLID: Mariño; Alcatraz, Jesús Rueda, Marc Valiente, Peña; Alvaro Rubio, Sastre, Rossi; Larsson (Omar, min. 46), Javi Guerra (Manucho, min. 73) y Bergdich.

GOLES: 1-0, min. 33: Bale; 2-0, min. 35: Benzema; 3-0, min. 64: Bale; 4-0, min. 90: Bale.

ARBITRO: Pérez Montero (Comité Andaluz). Mostró cartulina amarilla a Sastre (min. 80) por parte del Valladolid.

El Real Madrid ganó 4-0 al Valladolid y encontró un estilo que rozó la perfección en la primera parte del encuentro, donde el conjunto blanco abrazó definitivamente un sistema de toque, calidad, verticalidad y velocidad con una actuación perfecta de Gareth Bale, autor de tres goles y una asistencia.

El equipo de Carlo Ancelotti parece que ya ha dado con la llave que abrió la puerta al buen juego. Por lo menos en los 45 minutos iniciales, donde dio una exhibición marcada por dos claves que explican la transformación del cuadro del técnico italiano, que comenzó su proyecto con dudas en un sistema que varió en mucho los partidos del inicio de un curso dubitativo.

La primera, el regreso de Xabi Alonso. Su ausencia ha sido demasiado larga y probablemente con el donostiarra al cien por ciento desde el principio la historia habría sido otra. Ante el Valladolid confirmó su recuperación definitiva y dio toda una lección. En anteriores duelos ya se avistaba la importancia de un hombre que debería renovar cuanto antes. Es un pilar.

Y si Xabi está acompañado de Luka Modric e Isco, todo funciona mejor. Por primera vez, Ancelotti formó a su tridente más fantasioso y el Real Madrid jugó al fútbol de verdad. La desgraciada lesión de Sami Khedira, una opción respetable para el centro del campo, puede haber sido definitiva para que los blancos encuentren un estilo diferente al que parecía encaminado.

Tras momentos de acoso, al final acertaron Bale, ya en el minuto 33, y después Benzema, dos después. El galés cabeceó a la red un centro de Di María mal despejado por Mariño, mientras que el francés, también de un testarazo, cerró el marcador de la primera parte. Sin Cristiano responden otros y Bale ya suma nueve goles en nueve partidos oficiales.

SEGUNDA PARTE Con menos control del juego, el Real Madrid vivió un poco más al contragolpe, un sistema que también funciona para los hombres de Ancelotti. Así llegó el segundo de Bale, que coronó su actuación con otros dos tantos de los que no disfrutó Isco. El malagueño se quedó sin premio, pero volvió a ser el que deslumbró en los primeros encuentros ligueros.

Ancelotti va encajando piezas y poco a poco comienza a ver el fútbol que desea. Toque, velocidad, presión, fortaleza defensiva y fases de muy buen juego comienzan a verse por el Bernabéu. El Real Madrid comienza a carburar de verdad. El Valladolid fue testigo y víctima.