El capitán de la selección alemana, Michael Ballack, volvió a entrenarse ayer con su equipo tras dos días de descanso por un endurecimiento del gemelo derecho y podría estar listo para el primer partido del Mundial, según comunicó la Federación Alemana de Fútbol (DFB).

El entrenamiento, a puerta cerrada, iba a servir para que el seleccionador Jürgen Klinsmann fijase las líneas maestras para el partido inaugural contra Costa Rica, que se disputa mañana. Pero Ballack no pudo participar en el partidillo con que concluyó el entrenamiento porque el gemelo todavía no ha hecho los suficientes progresos como para soportar los esfuerzos normales en un encuentro de fútbol.

El portavoz de la DFB, Harald Stenger, había anunciado que Ballack regresaría a los entrenamientos y, por las declaraciones de algunos de sus compañeros, parece que los técnicos confían en que pueda jugar mañana.