Periodista de El Mundo de Valladolid

Nos has dejado. ¿Por qué? La familia del oval vallisoletano y, especialmente, el VRAC Quesos Entrepinares está de luto por ti.

Maldita enfermedad. Tenías unos hermosos 35 años. Una familia llena de vitalidad con Marta, tu mujer, a la cabeza y dos joyas pequeñas llenas de ilusión, Laura y Jorge. Les verás crecer en las alturas y de eso se encargará tu hermano Patricio, como sabes, el saltador del VRAC. Además, no te preocupes, estará todo el equipo metido en la melé.

Cambiaste el balón de baloncesto de Maristas por uno picudo y allá cuando tenías 16 años te enfundaste la elástica azul. Años inolvidables en los terrenos de juego. Mil batallas para curtirte como jugador y como persona, y para entablar relaciones con contrarios. Te fuiste a la Extremadura, por tu mujer, y has estado transmitiendo el arte del oval al Cáceres en Primera Nacional. Estabas consiguiendo que se hablara de rugby en un territorio sin tradición.

Fuiste internacional por España y desde tu zona, el ala, marcaste recorridos hasta dar con el ensayo. En el pasado valían cuatro puntos, ahora cinco, pero tú vales mucho más y en el Quesos ofreciste lo mejor de tu repertorio.

Te marchaste como siempre te ibas de tus contrarios, por velocidad y mirando al ensayo. Nos has dejado a una velocidad endiablada. Te llegó el balón sin defensas y no pudiste sortear al enemigo. No tuviste tiempo de estudiar la jugada. Estabas indefenso, sin coberturas y sin apoyos del equipo, pero no obstante querías salir por tus medios.

Recuerdo, también, un campamento en San Martín de Castañeda. Te llevé porque disfrutabas y tratabas a los niños de forma especial. Ahora estás ahí arriba, viéndonos. Dándonos ánimos cuando todos estamos muy dolidos por tu marcha. No sé qué decir. No tengo palabras. No me salen. Estoy tiritando de dolor, de impotencia. No es justo. Hasta luego, Hermo .