El inicio de temporada está siendo duro para el Arroyo, que con solo cuatro jornadas disputadas ya se ha enfrentado a uno de los principales favoritos a ser campeón, el Cacereño, y dos aspirantes al playoff, el Plasencia y el Azuaga, además de al Valdivia. El resultado, un solo punto de doce posibles, exactamente igual que la campaña pasada. No mejora el calendario en las próximas semanas para los arroyanos, que tras visitar el próximo domingo al Montijo (12.00 horas), se enfrentará después de forma consecutiva a Coria, Mérida y Aceuchal, el equipo revelación en este momento.

«Yo sabía que el inicio de temporada iba a ser duro, el calendario es el que es y además no hemos hecho una buena pretemporada por muchos problemas», explica el técnico arroyano, Miguel Ángel Ávila, que se lamenta, sobre todo, por encajar tantos goles a balón parado. En Valdivia perdieron por ese motivo (1-0); en Azuaga también (1-0), aunque en este caso en un balón parado a favor; y el domingo frente al Cacereño encajó los dos tantos (0-2) en jugadas similares. «Tendremos que echarle más horas, más tiempo, más trabajo para corregir esta carencia que tenemos». La plantilla, que entrena actualmente tres días a la semana, tiene previsto ampliar a cuatro para subsanar los errores.

Crítico, el preparador achaca esos problemas a «falta de concentración. Si no somos capaces de ser contundentes en las marcas, el rival no nos va a perdonar». También reconoce que su equipo tiene que «mejorar bastante con el balón».

A pesar de todo, cree lo que toca es hacer borrón con lo que ya ha sucedido y centrarse en el próximo compromiso, el Montijo, un equipo que tampoco ha conseguido ganar ningún partido (dos empates y dos derrotas). «Tenemos que analizar nuestros errores y preparar el siguiente partido, que es muy importante para nosotros». Ávila también dice que es momento de ser «fuertes mentalmente para lograr una victoria cuanto antes que nos permita ver el trabajo de otra forma».